"No tenemos intención, de momento, de pasar a la acción, pero el Estado de Israel está lejos de estar paralizado por el miedo", declaró Barak a la radio pública. "Se debe actuar con calma, con tranquilidad, no necesitamos guerras de envergadura", prosiguió.
El ministro israelí expresó su "gran respeto" por las palabras del jefe del Estado Mayor conjunto del Ejército norteamericano, el general Martin Dempsey, quien ayer miércoles admitió que existen diferencias entre Israel y Estados Unidos respecto a Irán y se mostró convencido de que la presión diplomática es la forma correcta de actuar en este caso.
"Israel estaría encantado si las sanciones y la diplomacia sirvieran para que los dirigentes iraníes tomaran la decisión clara de abandonar su programa nuclear militar", declaró Barak. "Desgraciadamente, pienso que no va a suceder", agregó.
En todo caso, "en última instancia, Israel es una nación soberana y el Gobierno, las fuerzas armadas y los servicios de seguridad israelíes, y no otros, son los responsables de la seguridad, del futuro y de la existencia de Israel", aseveró.
"Ciertamente, la opción no diplomática es la última opción, pero creo que todo el mundo está de acuerdo en que todas las opciones están abiertas", manifestó.