El escritor Francisco Ayala considera “inaceptable” que el juez Baltasar Garzón haya decidido ahora acusar a la cúpula franquista de crímenes contra la humanidad y asegura que “remover las fosas mortuorias es en cualquier caso una manipulación repugnante”.
Ayala, de 102 años, no es partidario de abrir las fosas comunes donde fueron enterrados los asesinados en la Guerra Civil o en la posguerra, estén depositados en ella “los restos de García Lorca o de quienes sean”, afirma en declaraciones a Efe el escritor, especialmente cauto a la hora de hablar de esta cuestión. No obstante, Ayala, granadino como García Lorca y tan sólo ocho años menor que él, coincide con el novelista Luis Mateo Díez y con cuantos opinan que el autor del Romancero gitano es “un símbolo de la gran tragedia” que fue la Guerra Civil, por lo que sus restos no se deben desenterrar.
“A mí me parece que remover las fosas mortuorias es en cualquier caso una manipulación repugnante”, insiste Francisco Ayala, que conoció a García Lorca y siempre sintió “un afecto hondo” por quien fue “una persona desbordante, abierta y generosa”, como le dijo a Efe en alguna otra ocasión.
El autor de obras como La cabeza del cordero, Los usurpadores o El jardín de las delicias es partidario de dejar la investigación de lo sucedido en la Guerra Civil y la posguerra en manos de los historiadores y no de la Justicia. Por eso califica de “inaceptable” la iniciativa emprendida por el juez Garzón y está de acuerdo con el ensayista francés Tzvetan Todorov, que hace unos días reclamaba que el estudio sobre los períodos conflictivos del pasado lo hagan los historiadores, ya que la justicia sólo conoce dos palabras: “inocente” o “culpable”.