Primero durante una visita a Caspe, donde inauguró la nueva sede judicial de esta localidad zaragozana, y luego en una interpelación en el Congreso, Bermejo había anunciado esta semana que presentaría ayer el texto de la reforma, que describió como “un gran paso en materia de derechos” que se estaba demandando para dar respuesta a cuestiones como la pederastia.
Sin embargo, el Consejo de Ministros no trató ayer este asunto, según señaló la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que sí dijo que los trabajos “están muy adelantados” y que la reforma se aprobará el próximo mes de noviembre.
El texto será remitido a la Fiscalía y al Consejo General del Poder Judicial antes de que se inicie el trámite parlamentario.
El pasado 10 de septiembre, Bermejo y el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvieron una reunión para analizar los puntos clave de la reforma del Código Penal.
Según anunciaron entonces, en ella se incluirán medidas de libertad vigilada para pederastas y terroristas reincidentes que podrán durar hasta veinte años después de cumplida la condena, aunque ninguna de ellas podrá ser aplicada con carácter retroactivo a los delincuentes que ya están en prisión ahora. También se prevé que los delitos de terrorismo más graves, como los asesinatos, no prescriban.