La disuasión nuclear francesa seguirá siendo “independiente”, al igual que la “libertad” de decisión sobre el envío de militares a ciertas operaciones de la Alianza, aseguró el presidente en un discurso en el que explicó las razones que le han llevado a dar el paso para que Francia ocupe el lugar que, según él, le corresponde en la OTAN.
Las condiciones de seguridad “han cambiado radicalmente” con respecto a las de la época en la que Francia dejó de participar en la estructura militar integrada de la organización por decisión del entonces jefe del Estado, el general Charles de Gaulle, recordó.
Eso fue hace más de cuarenta años y en el contexto de la guerra fría, pero ahora “Francia no está amenazada por una invasión militar” y está demostrando, según Sarkozy, que una nación sola “no tiene ninguna influencia”.
También está muy claro, en su opinión, que no tienen sentido las críticas de quienes argumentan que un retorno pleno a la OTAN restará independencia al país y le someterá a las decisiones de Washington.
Sarkozy está convencido de que es justo lo contrario. “Nuestro alejamiento” de la organización es el que “limita nuestra independencia nacional”, dijo, en un intento de convencer a la oposición y a los grupos soberanistas de su partido que temen que su decisión dañe la imagen de independencia del país.
Hay quienes, como la secretaria general del Partido Socialista (PS) Martin Aubry, no ven nada que justifique una iniciativa de este tipo.
“No hay ni urgencia ni una razón fundamental”, salvo que sea lo que Aubry definió como “un atlantismo que se convierte en ideología”.
El presidente, que nunca ha ocultado su vocación atlántica, cree que “ha llegado el momento” de que Francia no se excluya de una organización en la que ya está participando, pero sin ninguna capacidad de decisión.
“No tenemos ningún puesto de responsabilidad” ni poder de decisión cuando los aliados “definen los objetivos y los medios militares para las operaciones en las que participamos”, y eso ocurre “porque nos excluimos nosotros mismos”, reiteró.
El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, lo explicó este lunes de una forma muy gráfica, cuando afirmó que “Francia no puede continuar siendo el realizador de un film sin haber sido invitado a la escritura del guión”.
Para los expertos y analistas políticos resulta paradójico que se mantenga esta situación, cuando Francia es uno de los cuatro países que aportan más medios y efectivos a las misiones de la organización.
La decisión de Sarkozy se materializará, salvo sorpresa de última hora, durante la cumbre que la OTAN celebrará a principios del próximo mes de abril con motivo del 60 aniversario de su creación, en las ciudades de Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania).