Los gobiernos de la Unión Europea han alcanzado este viernes un acuerdo político para poner en marcha el fondo europeo de 100.000 millones de euros que ayudará a los países a financiar sus planes para evitar despidos masivos a causa de la pandemia de Covid-19, como los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) españoles.
Los Veintisiete han logrado un consenso sobre este instrumento (bautizado con las siglas SURE) a nivel de embajadores. Ahora debe ser aprobado formalmente a nivel de ministros, algo previsto para el próximo martes, con el objetivo de que sea ya operativo desde el 1 de junio, según ha informado el Consejo de la UE en un comunicado.
Para financiarlo, la Comisión Europea emitirá deuda europea con la garantía de los Estados miembros. De hecho, el fondo no comenzará a funcionar hasta que todos los Estados miembros hayan aportado su aval particular, cuyo tamaño irá en función del PIB de cada uno, hasta alcanzar un total de 25.000 millones.
Los fondos se trasladarán a los países que lo soliciten y que puedan demostrar un incremento "repentino e importante" del gasto público a partir del 1 de febrero relacionado con los esquemas de trabajo parcial (los ERTE en España) o medidas similares para autónomos.
La ayuda financiera para los Estados miembros tomará la forma de un préstamo en "condiciones favorables" y el instrumento será temporal, con un final establecido el 31 de diciembre de 2022. Sin embargo, los gobiernos europeos podrán en el futuro prorrogar su vigencia por un periodo adicional de seis meses "si persisten los graves trastornos económicos causados por el brote de Covid-19".
Este fondo europeo contra el desempleo es una de las tres redes de seguridad pactadas por el Eurogrupo para responder en el corto plazo al impacto de la pandemia. Junto con los préstamos del fondo europeo de rescates (MEDE) y los avales del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para apoyar la liquidez del sector privado, esta respuesta alcanza los 540.000 millones de euros.
Pero tanto las instituciones europeas como los gobiernos nacionales reconocen que las tres medidas no son suficientes para relanzar la economía europea una vez superada la pandemia y vuelva progresivamente la vida sin restricciones al movimiento. Para esa etapa, Bruselas está preparando el famoso fondo de recuperación, que irá anclado a un nuevo presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027.