El historiador gallego Justo Beramendi (1941-2024), quien consagró su vida académica al estudio de las ideologías y el nacionalismo, ha fallecido. Diversas entidades como la Real Academia Galega (RAG) o la Facultade de Xeografía e Historia han mostrado, en esta mañana de miércoles, su pesar por su muerte.
Nacido en Madrid en 1941, Justo Beramendi cursó estudios de Ingeniería Industrial y Traducción, además de ser doctor en Historia en Santiago y catedrático de Historia Contemporánea en la USC, de la que también fue vicerrector entre 1990 y 1994.
Entre sus obras se encuentran estudios sobre las figuras de Vicente Risco, Manuel Murguía o Alfredo Brañas, además del monumental ensayo 'De provincia a nación: Historia do galeguismo político'. Este último le valió el Premio Nacional de Ensaio 2008.
En el año 2012 se jubiló, aunque no abandonó la actividad intelectual y fue presidente de la junta rectora del Museo do Pobo Galego, del que fue cofundador en 1976. Fue miembro fundador de la Fundación Castelao y director de la sección de pensamiento político de la Fundación Vicente Risco.
Publicó cerca de 300 libros y artículos. Algunos ejemplos de su obra son: 'Miseria de la Economía' (1974), con E. Fioravanti; 'Vicente Risco no nacionalismo galego' (1981); 'Galicia e a historiografía' (1993); 'La historia política: algunos conceptos básicos' (1999); 'La España de los nacionalismos y las autonomías' (2001); con J. L. Granja y P. Anguera; 'A transición en Galicia' (2007); 'A Galicia autónoma' (2007); así como participante en obras colectivas como '15-M: O pobo indignado' (2011); 'Á beira de Beiras. Homenaxe nacional' (2011) y 'Tempos chegados? Sobre o futuro político de Galiza' (2015).
Recibió el Pedrón de Ouro (2008), el Premio Galiza Mártir da Fundación Alexandre Bóveda (2009) y le fue concedida la Medalla Castelao en 2017.
En 2019, con motivo de la entrega del Premio Fernández Latorre, reivindicó el "galleguismo esencial" del Museo do Pobo Galego que ayudó a fundar, una entidad que "no existiría sin la entrega desinteresada de muchas voluntades privadas, ni podría subsistir sin el sostén de unos poderes públicos que aportan más de la mitad de sus recursos". Puso en valor la "independencia" de esta institución con el objetivo de mantenerse "fiel" a su espíritu fundacional.