‘El tesoro de la Virgen’ será realidad a comienzos del próximo año. El proyecto, que busca la puesta en valor turístico y difusión del patrimonio artístico e histórico del Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, encara ya la segunda fase de las obras, una vez obtenido el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.
Según ha confirmado a Viva Huelva el secretario de la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta, Manuel Rodríguez, si todo marcha según lo previsto las actuaciones estarán terminadas en enero de manera que las nuevas instalaciones puedan abrir sus puertas a finales de dicho mes.
‘El tesoro de la Virgen’ es un ambicioso proyecto en el que la Hermandad de la Cinta lleva trabajando más de cuatro años y que, finalmente, sale adelante con el apoyo económico del Ayuntamiento de Huelva.
El hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta, Esteban Brito, explica a Viva Huelva que, como “punto turístico de mayor afluencia de la ciudad”, el Santuario necesitaba unas instalaciones como estas. “Para nosotros es fantástico, no solo para poner en valor el Santuario, que ya tiene un gran valor, sino para mejorar la atención turística y cultural que podemos dar en Huelva”, asegura Brito.
El proyecto de ‘El tesoro de la Virgen’ supone la instalación de un Centro de Recepción al Peregrino en un espacio anexo al Santuario, en la zona ocupada actualmente por la tienda de recuerdos, e incluye la habilitación de cuatro salas expositivas para mostrar de forma permanente el tesoro de la Virgen.
Brito destaca la importancia que tiene sacar a la luz un patrimonio de destacado valor que, hasta ahora, ha permanecido oculto a los ojos de los visitantes. “Por fin vamos a poder darlo a conocer a todas las personas”, celebra.
Estas piezas, según se recoge en el documento del proyecto, forman una amplia y notable colección de “orfebrería, bordado, talla, joyería e, incluso, de interés documental”.
Además de la adaptación del espacio museístico, el proyecto supone la compra de mobiliario expositivo, la colocación de paneles informativos y señalización, la puesta en marcha de un sistema de audioguías y la realización de un audiovisual, que se mostrará en la zona de recepción.
La primera de las cuatro salas acogerá una muestra de algunos de los enseres que la hermandad usa en su procesión y cultos, como varas, ciriales, estandartes o faldones. Según recoge el proyecto, estos enseres “se expondrán distribuidos en tres vitrinas realizadas en madera, siguiendo una estética tradicional”.
La segunda sala se presenta como el tesoro de la Virgen y albergará aquellos enseres de mayor valor, como joyas y platería. Además, aprovechando el pasillo que una la sala dos con la sala cuatro, se creará una tercera sala con un único expositor, que mostrará documentos de interés, como antiguos libros de novena o estatutos.
La última sala, de mayor tamaño, recogerá en cinco expositores aquellos elementos textiles y bordados con un carácter significativo e histórico para la hermandad. Se expondrán piezas como el Simpecado donado por la Hermandad filial de Madrid, mitras de los obispos onubenses y otros elementos litúrgicos y civiles ofrecidos al a Virgen.
Entre las numerosas piezas que van a exponerse de forma permanente, el secretario de la Hermandad cita algunas como la corona de la Virgen, el cáliz que usó el Papa Juan Pablo II en su visita a Huelva, las bulas papales o una importante cantidad de exvotos.
Una vez inaugurado este centro de recepción y tesoro, la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta tiene previsto habilitar un horario de visitas para la exposición permanente. También se programarán visitas de grupos para colegios y entidades, con el objetivo de “poner en valor y difundir la historia de la Virgen, su tradición y su patrimonio”.
La obra necesaria para la puesta en marcha de este proyecto, tal y como ha dictaminado la Comisión de Patrimonio Histórico, “no interfiere negativamente con los valores” del Santuario como Bien de Interés Cultural puesto que la intervención se realiza en un espacio anexo, que hasta ahora se utilizaba como almacén.
En concreto, las actuaciones consisten en la supresión de tabiques existentes para recuperar el espacio diáfano original así como en desmontados parciales de la cubierta para poder eliminar filtraciones y humedades. El proyecto supone, además, la recuperación de la solería de barro existente y la rehabilitación de las rejas de los arcos de la fachada a los jardines y el cerramiento del espacio mediante el acristalamiento de los arcos.
