Los alumnos del IES Pintor Pedro Gómez de la capital onubense han recopilado un total de 729 latas de refrescos, pegado entre sí y pintado antes de montar una espectacular estructura que luce sobre una de las paredes del centro desde el pasado 9 de mayo.
Como explican desde el instituto, la iniciativa surgió como idea del Departamento de Matemáticas del instituto y han sido necesarios cuatro meses de trabajo y esfuerzo hasta su terminación. La estructura montada en la pared es lo que se denomina en matemáticas un fractal, en este caso, el Triángulo de Sierpinski. Son latas de refresco vacías pegadas entre sí formando una estructura básica triangular de 3 latas. Luego se pegan entre sí tres de estas estructuras formando un triángulo mayor de 9 latas, y así sucesivamente, multiplicando siempre por 3 el número anterior, se van formando triángulos cada vez mayores, hasta llegar a la estructura final.
En el proyecto han participado todos los cursos de la E.S.O., desde primero hasta cuarto, Bachillerato y PCPI. Hay que destacar que todos los cursos han contribuido en la recogida de latas vacías sintiéndose protagonistas del desarrollo de la actividad desde el inicio e incluso se han hecho algunas jornadas de limpieza en el propio centro y de reciclado de este tipo de envases. El alumnado ha participado del proceso de elaboración del triángulo con mucho entusiasmo creando un clima de trabajo en equipo y aprendiendo que las estructuras geométricas tienen una singular belleza, aparte de encerrar en sí mismas conceptos matemáticos como potencias, fracciones, sucesiones, el infinito… El hecho de abordar estas cuestiones desde otro punto de vista, en este caso desde la construcción práctica, hace más fácil la asimilación de ciertos conceptos abstractos que se trabajan en el área de matemáticas. “No sólo cabe admirar una pintura, una composición musical, o una obra literaria; también es necesario transmitir a nuestros jóvenes que una estructura matemática, una obra de ingeniería o incluso la resolución ingeniosa de un problema pueden ser dignos de admiración. Con estas experiencias y otras que también venimos llevando a cabo en nuestro instituto, como las jornadas científicas, pretendemos despertar en nuestro alumnado la curiosidad y el gusto por los métodos científicos”, valoran desde este instituto onubense.