De estar al borde de la desaparición durante años de zozobra a estar cada día más vivo y coleando. El Recreativo de Huelva compite en Segunda división B y está cerca de lograr su estabilidad económica mediante la firma de un convenio singular con la Agencia Tributaria, que le levantará el embargo de las cuentas previo pago de 6,8 millones de euros. Pero para llegar hasta aquí sucedieron demasiadas tesituras que pudieron llevar al Abuelo al otro barrio.
Este 2017 arrancó con la ‘huida’ de gran parte del consejo de administración del Decano asignado por el Ayuntamiento de Huelva, como propietario de la entidad decana. El barco parecía ir a la deriva y sin personas que lo quisieran reflotar. Los impagos a futbolistas y empleados eran una constante porque todavía no podían gestionar las cuentas del club los consejeros que se quedaron al frente del Decano. Esta problemática impidió que la dirección deportiva pudiera fichar varios jugadores necesarios para luchar por la permanencia.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) sancionó al Recre sin poder fichar en el mercado invernal de 2017 por las deudas que arrastraba con los jugadores. El club les debía hasta cinco y seis nóminas. Para colmo, el centrocampista onubense Dani Molina quiso hacer las maletas y fichó por el Celta de Vigo, por lo que la plantilla se debilitaba. El Recre coqueteaba con los últimos puestos de la clasificación y, el entonces técnico, Juan Manuel Pavón, no podía sentarse en el banquillo porque el club arrastraba una deuda con el exentrenador Alejandro Ceballos, destituido por los malos resultados. Sin embargo, ante la cruel situación que atravesaba la entidad, los jugadores y el cuerpo técnico sacaron lo mejor de sí pese a las adversidades.
Sin agua caliente y con un césped descuidado, el Recre tuvo que entrenar cada día en un lugar diferente de la provincia para prepararse los partidos de los fines de semana. Y gracias a los buenos números registrados por los onubenses en el último tramo de la competición consiguieron salvar la categoría en la última jornada tras aquel dramático empate frente al San Fernando. Huelva se volcó con el Recre y prácticamente llenó el estadio Nuevo Colombino.
Una vez salvada la papeleta deportiva, el Ayuntamiento de Huelva y los dirigentes del Recreativo estaban obligados a dar una salida económica e institucional al club. El Consistorio puso a la venta el 75% de las acciones del Decano y sólo se presentó a la subasta pública la empresa Moody Investments S.A., liderada por un tal Vicente Simón. Sin embargo, el interventor municipal rechazó la oferta de compra de esta empresa con sede social en Panamá por no cumplir con los requisitos de la operación. El tiempo corría en contra del club porque el 30 de junio era la fecha límite para abonar más de un millón de euros a los jugadores y evitar el descenso administrativo a Tercera división.
Entonces, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, tomó cartas en el asunto y anunció en una polémica rueda de prensa la llegada al Recre de la empresa Eurosamop, cuya cabeza visible era la del representante de futbolistas Juanma López. Dicha empresa abonó las deudas más inminentes del Decano y se hizo frente de la gestión económica y deportiva del club durante los próximos diez años.
Posteriormente, desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento no quisieron enseñar ese polémico contrato de gestión pese a las múltiples demandas realizadas por ciudadanos y el resto de la corporación política municipal.
Invitación al optimismo
Entonces, este verano de 2017 quedó para la historia. Del llanto y la desesperación del aficionado recreativista por no saber si el equipo de sus amores seguiría vivo, a la esperanza que se apoderó de todos ellos durante los meses de julio y agosto.
Juanma López, que todavía no ha querido presentarse oficialmente ante la parroquia recreativista, trajo a más de quince futbolistas de gran nivel con el fin de luchar por los primeros puestos de la clasificación. La imagen del renovado proyecto era la de Javier Casquero, que llegaba al banquillo albiazul con la vitola de ser una persona joven y con ganas de triunfar. Eso conllevó a que la ‘recremanía’ volviera a Huelva y que más de 10.000 personas se hicieran socias del Recreativo. Sin embargo, once jornadas después, los dirigentes del Decano decidieron ‘cargarse’ a Casquero por tener al equipo en puestos de descenso. Un horror. Entonces llegó Ángel López al banquillo. Cuatro victorias seguidas y una imagen brillante resucitaron al Decano y lo llevaron a luchar por los puestos de cabeza.
Pero 2017, en líneas generales, ha sido un año cargado de sobresaltos y el fin de año no iba a ser de otra manera. Las dos últimas derrotas dejaron al Recre más cerca del pozo de la clasificación que de estar arriba. En definitiva, otro año ‘movidito’ en el club decano pero con el consuelo de que sigue dando guerra.