COAG Jaén ha pedido a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía que se pongan en marcha las medidas previstas para el algodón ante la "dramática" situación de este cultivo en la provincia de Jaén y dado que "los agricultores han hecho todo lo que estaba en su mano".
Por eso desde COAG se requiere que se activen las excepciones oportunas y no se ponga en entredicho el cobro de las ayudas acopladas, cuando difícilmente se lleguen a los 500 kilos por hectárea.
Desde la organización agraria se ha apuntado en un comunicado que la situación de las plantaciones de algodón es "incluso peor a lo que se preveía en un principio", ya que a la falta de agua se ha unido un verano excepcionalmente caluroso.
Han resaltado que las dotaciones de agua de riego por hectárea en las diferentes comunidades de regantes para esta campaña han sufrido una bajada del 70 por ciento, incluso mayor en muchos casos. "Esta circunstancia unida a una primavera seca ha ocasionado desde la nascencia del cultivo un desarrollo vegetativo menor que en otras campañas", han indicado desde COAG-Jaén.
Las plantaciones presentan de forma general, una menor densidad de cultivo, lo que sumado a un porte pequeño de la planta y a una fructificación "muy pobre hace que los aforos realizados por técnicos de Producción Integrada no superen en muchos casos los 1.000 kilos por hectárea".
La situación se agrava en parcelas que han quedado en secano, ya que a pesar de que en estos casos la producción mínima para recibir la ayuda específica baja a 500 kilos, "la realidad es que la cosecha es inexistente".
La cosecha esperada en estas parcelas es "nula". Las plantas no superan los 40 centímetros de altura, con muy pocos entrenudos que han fructificado menos del 80 por ciento que otros años. A esto se suma, según COAG, que la recolección deja un mínimo del 20 por ciento de cosecha en campo, principalmente en la parte baja de la planta. "Todo ello, junto con la subida de precios de los carburantes hace que no sea rentable su recogida", han señalado desde la organización.
Los agricultores se enfrentan ahora al hecho de que "no les es rentable recoger la cosecha cuando sin embargo, sí han realizado todas las labores de presiembra y siembra, con densidades de cultivo óptimas junto con los tratamientos necesarios para llevar a fin el cultivo como cualquier otra campaña.