El PSOE de Jaén ha puesto su maquinaria jurídica a trabajar para que estudie si hubo comportamiento delictivo del alcalde jiennense, José Enrique Fernández de Moya, que en el pleno del lunes se dirigó a la edil Carmen Guerrero y le espetó, en tono amenazante, que no hablara de sus familiares porque él no hablaba de “los problemas con la Policía Local” de familiares de la concejala socialista. Esta frase, que motivó el abandono del pleno de la bancada socialista, llevó ayer al secretario general del PSOE local, Manuel Fernández, a indicar, sin tapujos, que el alcalde “está espiando” a los concejales socialistas, ya que reveló datos que deben estar protegidos (en este caso una multa de tráfico a un familiar de la edil Carmen Guerrero).
El PSOE registró un escrito en el Ayuntamiento solicitando copia literal de las declaraciones del alcalde , además de trasladar esas declaraciones al Defensor del Pueblo y al presidente regional del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla.
Para la portavoz socialista, María del Mar Shaw, lo vivido en el pleno del lunes es más propio de una situación “kafkiana” y acusó a Fernández de Moya de bordear, con su conducta, la tipificación de delito. “Se acerca mucho a los artículos 199 y siguientes del Códido Penal”, dijo Shaw. El art. 199 del C.Penal reza así: “El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones laborales, será castigado con lapena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses”.
Sin embargo, el portavoz del PP, Miguel Ángel García Anguita, pidió al PSOE que “deje de montar numeritos” y les pidió que “retiren los insultos” y no hagan alusiones personales y familiares de ningún concejal”. García Anguita habló de la “mandíbula de cristal del PSOE”.