Los hoteleros le han declarado la guerra turística al Ministerio de Fomento, a cuenta de la “falta de sensibilidad” en materia de señalización turística de la provincia. De momento, la Asociación de Empresas del Sector de Alojamientos de la Provincia de Jaén (Hotel-Jaén) ha nombrado “non grata” a la Jefatura de la Demarcación de Andalucía Oriental de la Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento, pero sus responsables anuncian otras medidas de protesta en las próximas semanas.
El presidente de Hotel-Jaén, José Ayala, justifica esta censura al Ministerio ante “la falta de sensibilidad” a lo largo de más de diez años hacia el sector turístico de la provincia. Por ello, han pedido al Ministerio de Fomento que cese a la Jefatura por “su falta de sensibilidad y de atención a esta provincia, y su permisividad en las otras provincias”. Y lamentan que no se haya permitido que se actualice y se implante una señalización de los recursos turísticos de esta provincia en las carreteras dependientes de esta demarcación, sobre todo en lo referente a las carreteras A-44 y A-4.
Además, le han responsabilizado de la desaparición del nombre de Jaén y sus sustitución por el Córdoba en el tramo inicial de la A-4 y en todas las salidas de la provincia de Madrid y Toledo.
La asociación denuncia que este departamento “no ha cursado, no se ha preocupado, no ha elaborado, no ha hecho llegar a sus instancias superiores” iniciativa alguna para que se pueda tener una señalización de los recursos turísticos de la provincia de Jaén. Ayala habla de “agravio comparativo” pues dice no entender cómo en la provincia de Granada 2se señalicen con muchos kilómetros de antelación el Parque Natural de Sierra Nevada o en Córdoba se haga lo mismo para anunciar el lince”.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, replicó que “no puede forzar a los técnicos de la Jefatura de la Demarcación de Andalucía Oriental de la Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento, a incumplir la ley para dar respuesta a las reivindicaciones de los hosteleros”. Para Lillo se trata “de una cuestión que a nosotros nos gustaría que lloviera a gusto de todos”, pero recordó que “hay unas normas internacionales que hay que cumplir”. Y recordó el subdelegado que en el último encuentro que mantuvo con los empresarios de hostelería les pidió que le remitieran “un informe detallado de lo que querían exactamente”.
