Referencia en el cante flamenco contemporáneo, el suyo es poderoso, por la potencia de su voz rajada y porque hipnotiza en el escenario con un cante auténtico, con el que se sincera ante el público, al que emociona de forma espontánea.
Carmen Linares (1951) ha conquistado por méritos propios un lugar respetado en la cultura musical de este país y a nivel internacional. Es la única mujer del flamenco que ha ganado el Premio Nacional de Música de España en la categoría de interpretación. Si su voz suena, sus ojos y sus manos hablan. “He dado mi vida por el flamenco y lo sigo haciendo, con el fin de llevarlo a lo más alto. Subo al escenario y mientras que la guitarra me va inspirando, voy conectando con el público. Ésa es mi mayor satisfacción como artista, sentir que llego al corazón de quien me escucha. Soy muy feliz cuando canto”, reconoce.
Está inmersa en la preparación de su nuevo espectáculo, ‘Cantaora’, con el que volverá a demostrar que su extraordinario poder expresivo sigue más vivo que nunca, con el que recuerda a uno de sus álbumes de referencia. Se subirá al escenario para rememorar 40 años de carrera flamenca y en la canción tradicional española. “Será un repaso a toda mi trayectoria, de mi repertorio más significativo, pero también algo del nuevo, llevándomelo a los tiempos de ahora. Quiero seguir aportando más al flamenco de hoy”, afirma.
Se estrenará en febrero, en el Teatro de La Zarzuela de Madrid, y espera que el espectáculo llegue a Jaén. “Esta tierra me provoca siempre volver a mi niñez. Quiero mucho a mi tierra y me da pena las injusticias que está padeciendo. No se invierte en ella como en otras provincias, a pesar de ser un paraíso interior, una tierra con un paisaje único”, dice.
Carmen Pacheco dejó su Linares natal para marchar a Madrid a finales de los sesenta, pero su nombre artístico le ha permitido recordar siempre sus orígenes y promocionar la provincia.
“Es un orgullo llevar el nombre de mi tierra por todo el mundo”, afirma una artista que ha pisado escenarios internacionales con espectáculos que ella misma dirige. “Del flamenco es de lo que más sé. Me gusta tanto que es con lo que más puedo darme”, confirma. En plena adolescencia descubrió que el flamenco sería su vida e inició una carrera profesional que la ha convertido en una de las artistas más aclamadas y con más proyección. “El flamenco es un cante difícil y requiere de una carrera tranquila y lenta, de mucho trabajo. No empiezas a cantar y triunfas. Aprendes trabajando”, reconoce.
A sus 68 años, asegura que “si quieres mejorar en tu profesión y darlo todo, tienes que mantener la ilusión”. Dice: “El secreto es sumar siempre al arte del flamenco y para ello, tienes que tener ilusión, forjar un estilo propio y estar pendiente de lo que ocurre a tu alrededor para involucrar al flamenco”.
Ha grabado álbumes y ha cantado en proyectos escénicos interpretando a los poetas españoles universales, como Juan Ramón Jiménez en su disco ‘Raíces y Alas’; y a Federico García Lorca en ‘Canciones populares de Lorca’. “Como ocurre con la poesía, las letras del flamenco son muy populares. La fusión del flamenco y la poesía es maravillosa”, apunta.
Recientemente ha actuado en la Universidad de Jaén, con motivo de la inauguración del curso académico, una institución que ya la reconoció como ‘Natural de Jaén’. “En la Universidad me quieren mucho y yo les he respondido siempre porque apuestan por la cultura y eso es muy importante”, afirma.
En la temporada 2018-2019 ha girado con ‘Verso a verso’, un homenaje al poeta Miguel Hernández que le ha hecho ganadora del Premio MIN a mejor álbum flamenco. Precisamente, con el poema ‘Aceituneros’, Carmen Linares puso voz al Himno de la Provincia de Jaén, y con el disco, fue reconocida el año pasado en los III Premios de la Música de VIVA y Zoco World.
Maestra y cantaora de referencia de la generación de artistas flamencos jóvenes, su discografía se convierten en la herramienta de formación de las nuevas generaciones. “El flamenco es nuestro, un arte universal. No podemos dejar que se pierda. Hay afición, pero las instituciones no lo apoyan como se merece y a las nuevas generaciones les cuesta salir adelante”, lamenta.
Leyenda del flamenco, Linares reconoce que seguirá en los escenarios haciendo aún más grande su huella como cantaora. “Sólo me bajaré cuando se apague mi voz o pierda la ilusión”, termina.
