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Jerez

Más del centro de Jerez

El valor del Jerez eterno es impresionante y solo hay que ponerlo ahí para que el sector turístico se beneficie y dar la vuelta a la cifra del paro

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  • La zona del Arroyo, vista desde San Dionisio. -

Manuel Cervera Pérez posee esa cultura popular labrada en sus muchos años de trabajo, de contacto con artistas del dibujo y la pintura, como él, de servicio al bien de Jerez y del jerez con sus obras maestras de etiquetas de marcas de vinos, brandys u otras bebidas o de cartelería que sirvieron para exportar la ciudad y su vino hacia el exterior. Amante de Jerez y de sus cosas, buen conversador, industrialista por afición, hablar con él es beber Jerez sin siquiera tener la copa a mano. Me lo encuentro muchas veces caminando desde su barrio  por la calle Porvera y cada día hay un momento para recordar épocas pasadas, ni mejores ni peores, pero sí distintas, e incluso para adivinar un futuro para el centro que él adivina mucho mejor que el actual ya que centra todas sus esperanzas en que la Ciudad del Flamenco sea ese banderín de enganche que se necesita.

Me hablaba este lunes de su confianza en que la hostelería se beneficie con plenitud de ese proyecto, del nacimiento de nuevos hoteles, de esa casa de la cultura que quiere construir Fulgencio Meseguer en la antigua Plaza de Escribanos, hoy de la Asunción,  de esa puesta en valor del eje de la plaza del Arroyo, del buen entendimiento que debe existir para que la antigua Comisaría de Policía se aperture de una manera positiva para la zona e, incluso, piensa, y piensa bien, que esa Ciudad del Flamenco y su influencia debe posarse de forma inexorable en el barrio de Santiago, en la recuperación de calles emblemáticas como Nueva, en hacer de Santiago una continuación de aquellos que lleguen al entorno de San Mateo buscando la Ciudad del Flamenco o el Museo de Lola Flores y, quién sabe, si adentrándose también en las entrañas de ese Palacio de Riquelme que necesita ya de un proyecto válido, al igual que ese otro de la calle San Ildefonso o el convento del, Espíritu Santo.

El valor del Jerez eterno es impresionante y solo hay que ponerlo ahí para que el sector turístico se beneficie y con ello se conseguirá mejorar los tristes números de desempleo y se evitará que los jóvenes y menos jóvenes tengan que emigrar a otras tierras en busca de ese trabajo que le falta donde nacieron e incluso se procurará una mejora en la construcción y en el sector servicio, porque la ciudad será más atractiva para aquellos que sueñan con vivir en este paraíso en el que vivimos nosotros.

 

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