Si hay un reputado chef asturiano y conocido en todo el mundo, de hecho es el más famoso de Estados Unidos, donde reside con su familia, que se declare un enamorado de los vinos de Jerez y se haya convertido en su mejor embajador fuera de nuestras fronteras, ese es sin ninguna duda el maestro José Andrés. Se ha marcado como reto personal que todo el mundo conozca las delicias de nuestros vinos y por eso solo alguien como él puede presentarse por segunda vez desde este verano y por sorpresa (reservó otra persona en su nombre) en el restaurante marisquería La Marea de Marcos, en San Miguel. Llegó sobre la una y media acompañado de su esposa, la algecireña Patricia, sus dos hijas, una amiga del matrimonio y sus dos hijos, y pidió expresamente a su propietario que toda la comida que le sirviera se la pusiera con vino de Jerez.  “¡A ver cuánta gente de aquí come la comida con vino de Jerez!”, le dijo. Y no le faltaba razón. 

“Ha probado toda la gama de vinos de Jerez exclusivos que tenemos aquí: un palo cortado VORS especial de treinta años de Bodegas Tradición, fino de La Panesa, de Viña Corrales...”, comentaba a Marcos, dueño del local a Viva Jerez. Y no solo eso, sino que no dudó en invitar a algunos comensales que le reconocieron y con los que se hizo fotos sin ningún problema. "Se ha colado aquí sin esperarlo y ha estado aquí tomando vino de Jerez con todo el mundo. A todo el mundo le ha dado vino de Jerez", explica.

“Es un tío simpatiquísimo y súper llano. Ha estado charlando con todo el mundo. Han pasado varias personas y se han parado a saludarle. Lo he reconocido por eso, por que le han dicho: Oye, tú eres el cocinero”, cuenta uno de los clientes que este miércoles tuvo la suerte de compartir terraza con el chef que capitanea la organización benéfica World Central Kitchen, que ha prestado ayuda en las catástrofes como la de Haití y la pandemía, cocinando para los más desfavorecidos. 

Solo bastó una visita a este local especializado en marisco el pasado agosto para que el chef español que en su día asesorara a Obama en la cocina entablara “una relación estrecha” con Tere y Marcos, el matrimonio que lo regenta. “En agosto llegó ya casi cuando estábamos cerrando”. Esa vez sí estaban “prevenidos”. Eran las cuatro y media y ya pensaban que no vendría. Casi no se habían recuperado del impacto que supuso la llamada que le hicieron avisándoles de que iría a almorzar. “Ese dia se metió a Tere en el bolsillo, para que le explicara el secreto de su ensaladilla templada. Con ella presumía de haberse convertido en su alumno aventajado practicando estos meses. “Ese secreto es nuestro, Tere”, le advertía en la terraza. “Ahora estoy haciendo la ensaladilla como la haces tú y estoy teniendo un éxito de puta madre”.