Se temían que sus problemas de pagos se cerraran en falso y no iban desencaminados. Después de cobrar con varios días de retraso las prestaciones del mes de mayo, vuelve la intranquilidad para los 200 prejubilados de las bodegas William&Humbert, González Byass, Zoilo Ruiz-Mateos y del Consejo Regulador del Vino. Según apunta Juan Pedro Martín Felix, representante de los prejubilados de González Byass, esta última semana todos los afectados han recibido una carta de la compañía aseguradora en la que les comunican de forma oficial que la Junta no está procediendo al pago de las primas de las pólizas de seguros en los plazos acordados. En este sentido, lamentan que esta situación se haya mantenido a lo largo del último año pese a sus “repetidas gestiones” para resolver la situación.
Por ello, pese al compromiso de la Administración andaluza en una reunión mantenida en las últimas semanas, desde la aseguradora han informado a sus clientes que si los impagos o los retrasos persisten, se verán obligados a “actuar según lo previsto en la póliza y certificado de seguro, adoptando en su caso la reducción o suspensión según proceda”. Un aviso que podría derivar en que los prejubilados dejasen de cobrar desde este mismo mes y que ya estudian los representantes sindicales. En cualquier caso, desde las compañías dejan claro que no son responsables de las molestias que puedan ocasionar y, por otro lado, también lamentan, y advierten que no pueden seguir haciendo frente al pago de las prestaciones aseguradas si no se cumplen los compromisos de pago de la prima.
Un anuncio que no ha pillado por sorpresa a los afectados, que nada más cobrar mayo advirtieron que si el conflicto no se resolvía de raíz, iba a ocurrir lo mismo.
Tal y como denuncian, están cansados de que “mes tras mes vivamos asumidos en la incertidumbre de si vamos a cobrar o no”. Ya en 2011 llegaron a acumular dos meses sin cobrar.
“Esperemos que la sangre no llegue al río”
Nada más recibir la carta de la compañía aseguradora, los sindicatos se han puesto manos a la obra. “Vamos a intentar por todos los medios que la sangre no llegue al río”, expone Martín Félix.
