Agustín Muñoz cumplirá tras el verano sus dos primeros años al frente de la Delegación de Urbanismo, a la que llegó para relevar a Antonio Saldaña después de haber asumido la gestión del área de Movilidad. Los delegados de Urbanismo, en general, no acaparan ya las portadas de hace diez o quince años; puede que Muñoz, incluso, hasta lo agradezca, convencido asimismo de que una de las claves del presente gobierno municipal es el trabajo en equipo bajo el liderazgo de la alcaldesa, pero también es cierto que cuando ha tenido que asumir el protagonismo lo ha hecho con cuestiones positivas para la ciudad, lo que tampoco impide la existencia de algunas asignaturas pendientes en su agenda.
—Hace apenas diez años ser delegado de Urbanismo era casi tan importante como ser alcalde de una ciudad. Hoy en día, según el último informe del defensor del ciudadano, es la delegación que recibe más quejas, ¿cómo describiría su día a día próximo a cumplir dos años al frente de este área?
—Es una delegación con un trabajo ingente, pero el esfuerzo diario tiene también sus recompensas, porque la labor que se desarrolla es transversal con otras delegaciones, como ocurre con Impulso Económico o Bienestar Social, y se obtienen resultados que reconfortan.
—¿Qué resaltaría de las quejas, propuestas o planteamientos que hacen los ciudadanos que acuden a diario a la Delegación?
—Hablamos de diferentes departamentos. Así en el de licencias, más que quejas habría que hacer mención a la necesidad que tienen muchas personas de que se le agilicen sus tramitaciones y procedimientos administrativos. Creo que en nuestro caso podemos estar satisfechos porque a través de las medidas de licencia express hemos reducido en una media de 25 días el tiempo de tramitación para actividades que no necesitan licencia previa, sino comunicación, lo que ha permitido incrementar en un 76% el número de licencias concedidas desde 2011. Evidentemente en Urbanismo también hablamos de proyectos de empresarios que quieren instalarse en Jerez y que precisan de la intervención de la administración autonómica. En esos casos sí se suele producir una ralentización del proceso, por lo que la cuestión que nos preocupa sigue siendo cómo reducir ese tiempo de espera para el inversor, ya que juega en su contra, por lo que hemos solicitado a la Junta que nos ceda las competencias en materias que hasta ahora tiene asumidas exclusivamente la delegación provincial de Patrimonio, que es algo que permite la ley en estos momentos, para solucionar de forma más rápida todos estos trámites. San Fernando y Cádiz, por ejemplo, tienen delegadas estas competencias y desde 2012 estamos esperando a que la Junta acceda a nuestra petición.
—¿Se aprecia alguna evolución positiva dentro de la concesión de licencias urbanísticas y licencias de apertura en lo que va de año?
—En 2013, comparado con los anteriores, ya se produjo un incremento notable del número de licencias de aperturas otorgadas por el Ayuntamiento. Entiendo que se debe a que en estos momentos hay generada una mayor confianza por parte de los emprendedores. Esto es esperanzador, porque hay interés por emprender, pero también se le agilizan los trámites y cuentan con más medidas de apoyo impulsadas desde el Gobierno central para contribuir a generar esa confianza, y eso se está traduciendo en la actividad económica que existe en la ciudad en estos momentos.
—El Ayuntamiento está inmerso actualmente en un plan de inversiones que contempla actuaciones urbanísticas en muchas zonas del municipio, ¿qué prioridades se ha marcado el equipo de gobierno y en qué medida se han tenido en cuenta las demandas de los propios ciudadanos?
—Es un objetivo prioritario y todo lo que se va a llevar a cabo responde a reclamaciones ciudadanas que en algunos casos son incluso históricas. Estamos hablando de actuaciones que van desde recuperación de espacios, con carácter social de revitalización de zonas y recuperación de espacios de convivencia, hasta la construcción de viviendas, como va a ocurrir en calle Barranco, que es una especie de experiencia piloto de cara a contribuir a regenerar la habitabilidad en el centro histórico. Desde el punto de vista patrimonial también hay muchas obras reclamadas y hay que apostar por el patrimonio cultural porque es fuente de riqueza y de economía, ya que se persigue asimismo el objetivo de la creación de empleo. Lo que se va a derivar de este plan es incentivar la creación de empleo. El plan de actuación no es una excusa, tiene toda su razón de ser, se corresponde con peticiones de muchos colectivos que han sido analizadas, estudiadas y seleccionadas y bajo el objetivo de creación de empleo y riqueza, más allá de la necesidad de cada una de las actuaciones. Son obras que se van a financiar a través de los ingresos obtenidos por la concesión del servicio del agua, de manera que lo que es del ciudadano va a revertir también en favor del ciudadano, en la ciudad y va a generar empleo. Estamos muy satisfechos con este plan, están casi todos los proyectos encauzados y otros sólo están a la espera de los informes de la comisión de patrimonio para comenzar.
—Entre esas inversiones hay una partida destinada al centro histórico. El pasado abril presentó el borrador del Plan Estratégico para la zona, ¿cuáles son las líneas maestras del mismo?
—El origen de la mesa del centro histórico fue elaborar un plan estratégico de actuación, sin descartar otras actuaciones prioritarias previas. Un plan que es transversal, en colaboración con otras delegaciones, de manera que desde la contribución de cada una de ellas obtuviéramos un documento que recogiera las necesidades y actuaciones que hay que emprender en el centro histórico. Hay una serie de ejes de actuación: la perspectiva social, ya que hay vecinos que viven en condiciones que necesitan ser atendidas, de cara a la dinamización de la actividad en la zona; la perspectiva económica, de manera que el centro sea un lugar atractivo para que empresarios y emprendedores decidan invertir en él, ayudándoles con incentivos fiscales; la perspectiva de la propia repoblación del centro histórico, a través de iniciativas como la de la calle Barranco; y la perspectiva cultural y turística mediante la recuperación del patrimonio histórico, ya que mueve economía y turismo. Todo eso se está viendo a través del plan de actuaciones y del plan estratégico que esperemos que en septiembre esté completamente diseñado a partir de las aportaciones de todos los integrantes de la mesa del centro histórico. Después volverá a ser debatido para llevarlo a pleno y que se apruebe para que se lleve a la práctica, porque hay mucha ilusión a partir de las aportaciones e implicaciones de tantos colectivos desde una auténtica identidad de barrio.
—También dentro del plan de inversiones se contempla la demolición de los bloques de Cerrofruto. Va a hablarlo con los vecinos, pero ¿por qué espacio público apostaría el Ayuntamiento en aquellos terrenos?
—El PGOU establece aquel suelo de uso residencial y zonas de viario público, pero también se dijo que mientras no se llevara a cabo el proyecto de construcciones de viviendas se le diera un uso provisional en consenso con ellos. Un espacio de recreo, de ocio, pero sobre todo para evitar que aquello se convierta en un solar baldío. Los vecinos quieren que se le dé uso provisional.
—Ahora se ha vuelto a hablar mucho del proyecto de los edificios de San Juan de Dios. ¿Cree que es un tema que podrá resolverse a corto o medio plazo, teniendo en cuenta que se precisa de la aportación económica de la Junta?
—Obviamente, dependemos de la voluntad de la Junta de Andalucía para poder realizar el proyecto. El plan marco de rehabilitación de vivienda aún no se ha aprobado. De hecho, los dos bloques nuevos que se construyeron en San Juan de Dios formaban parte del plan 2003-2007, mientras que el plan 2008-2012 ha sido un auténtico fracaso, ya que han sido cuatro años en blanco y ahí están los resultados, como estamos viendo en el caso de San Juan de Dios, donde se debía haber actuado en 2010 y el proyecto se quedó paralizado porque no había financiación. Lo que se requiere ahora mismo es que en el plan marco se contemple que es un área de rehabilitación integral, que es fundamental, y se consigue a través del consejo de Gobierno de la Junta, de otra manera no se puede llevar a cabo. En este sentido, esperamos que se atienda esa petición plasmada ya por pleno, y al mismo tiempo que se dote de la financiación necesaria para la regeneración de toda la zona. Lo que no puede ser es que el Ayuntamiento esté haciendo la política de vivienda que le corresponde a la Junta. Es más, le adeuda en este momento a Emuvijesa dos millones de euros por las subvenciones a los préstamos para la compra de las viviendas que no asumieron. En los bloques nuevos de San Juan de Dios, las personas que disfrutan en este momento de esas viviendas lo hacen con el pago de alquileres de integración social, de manera que sólo tienen que abonar la mitad del alquiler, y es Emuvijesa quien está abonando la otra mitad, lo que supone en estos momentos una deuda de 600.000 euros por anticipar ese dinero. Esperemos que con el nuevo plan marco de vivienda tenga todas estas cuestiones en cuenta, ya que la situación actual perjudica a la empresa municipal de la vivienda.
—Desde la oposición se ha criticado que Emuvijesa llegase a acumular en torno a 130 viviendas vacías, entre ellas las de las promociones Dédalo y Calipso, pese a la demanda de viviendas sociales que hay en este momento en la ciudad. ¿Cuáles son las soluciones que están aportando en este momento en materia de vivienda pública desde el Ayuntamiento?
—Son tres promociones: Dédalo, Calipso y una más en Estella. Eran viviendas que estaban en venta y que decidimos pasar a régimen de alquiler con opción a compra bajo un claro compromiso social. Eso ha permitido que hayan empezado a ser ocupadas por inquilinos. Pero no sólo se ha facilitado el acceso a estas viviendas, sino que se ha favorecido a quienes lo hagan reduciéndoles casi a la mitad el alquiler que han de pagar por las mismas durante dos años. Evidentemente son viviendas dirigidas a un demandante concreto. Ya llevamos a pleno, con motivo del decreto de la función social de la vivienda impulsado por la Junta, nuestro ofrecimiento de todo ese parque de viviendas para que le dieran salida a las mismas.
—¿Hay datos exactos del stock de viviendas municipales con las que cuentan a la espera de inquilino?
—El grupo de viviendas que estamos ofertando con el modelo de alquiler con opción a compra, más la reducción del alquiler, son 50 en Calipso, más de 40 en Dédalos, más de 20 en Estella y 19 lofts. De todas ellas ya se han ocupado 66 y esperamos poder dar salida pronto a las demás. Tampoco hay que olvidar que para conceder las viviendas hay que cumplir una serie de requisitos y criterios, ya que todas las viviendas tienen una calificación, los préstamos y subvenciones que se reciben son para ese perfil de personas, y estamos aplicando los requisitos que se nos exigen para intentar que se puedan cubrir todas esas viviendas.
—Este año ha habido dos pulsos intensos con la Junta de Andalucía. Uno por el carril bici y otro por el plan del viñedo. Con respecto al primero, parece que están satisfechos con las modificaciones planteadas, pero ¿considera que la Consejería de Fomento debería haber contemplado otras necesidades prioritarias en la ciudad antes que la del carril bici?
—No me cabe ninguna duda. La Consejería de Fomento y Vivienda debe entender que hay otras prioridades más importantes que invertir en la construcción de carriles bici. Hay infraestructuras más necesarias, incluso aquí mismo, como podemos comprobar con el caso de la carretera de La Barca. Hablamos de necesidades que la Consejería también debe tener claras. Obviamente no íbamos a rechazar la inversión y además entendemos que desde el punto de vista de la movilidad sostenible, los desplazamientos en bicicleta son positivos, pero en ningún caso hubiéramos primado la construcción de un carril bici siendo conscientes de las otras necesidades que hay en la ciudad. A partir de ahí, entendemos que algún empleo va a crear, alguna economía se va a mejorar, y desde el punto de vista de la movilidad es positivo. Eso sí, nos hemos mantenido firmes desde un principio acerca del carril bici que queríamos en la ciudad y hemos sido muy exigentes para modificar un borrador que acarrearía mucho daño en muchas zonas de la ciudad. No podíamos desechar el proyecto, pero a partir de ahí había que conseguir que se llegara a un diseño de consenso con las aportaciones y directrices de todos los colectivos de la ciudad implicados en las reuniones celebradas para abordarlo.
—Con respecto al segundo tema, dos cuestiones. La primera, si cree que de las nuevas reuniones entre técnicos municipales y de la Junta saldrá algo positivo de cara a reactivar el plan; y la segunda, qué le parece que Asevi haya propuesto que el plan no sea exclusivo de Jerez sino de todo el Marco de cara a conseguir una mayor implicación de la Junta.
—Todo lo que sea bueno para el viñedo, bienvenido sea. Si el Plan ha sido bienvenido por parte de todos, valorado muy positivamente por todos, estamos muy satisfechos. Todo el mundo está de acuerdo con que el documento es muy bueno. Si se decide que se extienda y amplíe sus fronteras, bienvenido sea también, porque supondrá que un proyecto que ha partido desde Jerez puede terminar repercutiendo positivamente en otras poblaciones del Marco y revitalizando el sector del viñedo y generando la ilusión y expectativas de desarrollo económico y turístico de la zona. Estamos convencidos de que ése es el camino y de que va a ser así, porque nos los reclaman los viñistas, y porque el documento ha sabido aglutinar esas esperanzas de cara al futuro. Con respecto a las reuniones con los técnicos de la Junta, esta próxima semana está previsto un nuevo encuentro y esperamos que la Junta nos exprese las alternativas y aportaciones que tienen que hacer a un documento que ellos mismos han dicho que es fantástico, pese al inconveniente del procedimiento que mantienen que debe ser otro.
—Una de las apuestas destacadas de su área ha sido la de la rehabilitación de San Agustín como futuro centro de empresas y de negocios. La otra gran apuesta en la misma zona era la de la remodelación de plaza Esteve, ¿nos puede concretar algo de la situación actual del proyecto o lo han desestimado dentro del presente mandato?
—Si hablamos de la rehabilitación de San Agustín, estamos hablando de una inversión de cinco millones de euros que van a contribuir al desarrollo económico de Jerez y a revitalizar la actividad empresarial de los emprendedores que se puedan instalar. En cuanto al proyecto de Plaza Esteve, entendemos que ha generado disparidad de opiniones, es un tema muy sensible, tanto el mantenimiento del edificio como la reorganización de la plaza, y queremos ir con tranquilidad. Entendemos que es necesaria la recuperación de ese espacio y su reorganización urbanística, por supuesto no desechamos el proyecto, pero sí vamos a ir consensuando las acciones que se tengan que llevar a cabo de forma pausada.
—Otra de sus competencias está vinculada al desarrollo de suelo industrial. ¿Qué suelo hay disponible en estos momentos y en qué estado se encuentran las relaciones con Zona Franca para el desarrollo de los suelos próximos al aeropuerto de cara a ampliar el recinto arancelario hasta Jerez?
—Para el proyecto conjunto con Zona Franca se han elegido los suelos de Dehesa de Siles 2 de cara a incentivar la industria transformadora y de servicios, de manera que se pueda ubicar en esta zona por los beneficios fiscales que supone. Tenemos una oficina mixta trabajando al respecto, el plan parcial está elaborado, y lo que se está trabajando es en que sea una realidad cuanto antes. El suelo es privado y una de las misiones de la oficina es contactar con los propietarios para alcanzar una expropiación consensuada. Ha habido contactos con ellos desde un primer momento y las conversaciones siguen en marcha.
Con respecto al suelo industrial de Jerez tenemos disponibles 80.000 metros cuadrados de disponibilidad inmediata tanto en el PTA como en la Ciudad del Transporte. Hay suelo suficiente para que cualquier inversor que venga no tenga inconveniente en conseguir suelo industrial. Hay que tener en cuenta que en los años de mayor bonanza económica se pusieron en valor 60.000 metros de suelo industrial, por lo que estamos hablando de suelo suficiente e inmediato. No obstante también hay suelo de propietarios particulares para que puedan instalarse si no les gusta nuestra oferta. Estamos trabajando asimismo en la modificación de los criterios establecidos para aquellos inversores que acudan interesados en adquirir suelo industrial, ya que los vigentes datan del año 2009 y no están dando resultado, a causa de las exigencias establecidas, y hay que tener en cuenta que tenemos que competir con el entorno y tenemos que reducir esos requisitos e incrementar los porcentajes de subvención. Estamos trabajando en ese documento y tenemos ultimados los criterios.
—Además de las competencias urbanísticas, cuenta con las de movilidad, un área desde la que han demostrado que se podía mejorar la gestión del transporte urbano. ¿Confiaba hace tres años en poder llegar a la situación actual?
—Se ha hecho un trabajo enorme. Primero sacamos el plan de movilidad sostenible, se creó la mesa de movilidad, que ha tenido bastante efecto y ha conseguido muchos acuerdos por consenso, y con respecto al transporte público nos encontramos con una situación terrible. La empresa nueva acababa de llegar y ya le debía el salario a los trabajadores, por lo que nos pusimos a trabajar desde el primer momento y el tiempo ha demostrado que todos los pasos que hemos ido dando han dado resultado. Sólo en los dos años de secuestro se consiguió incrementar el número de viajeros en un millón y medio de personas y, además, se ha conseguido la paz social. En este sentido estamos muy contentos, pero también en cómo ha mejorado el servicio en sí. Nunca se había hecho un diseño de red elaborado de forma conjunta con los vecinos, con aportaciones de los comerciantes, consensuada, sin fisuras; nunca hasta ahora. Es además un documento vivo, abierto a modificaciones a través de la mesa de movilidad, ya que todos nos sentimos partícipes y los resultados están ahí para demostrarlo. También se va a modificar ahora el índice tarifario en beneficio de las familias con más necesidades, con bonos solidarios que favorezcan la movilidad de las personas.
—Ha surgido ahora una polémica en torno a los salarios que va a percibir la plantilla de los autobuses. Por un lado se ha informado de una rebaja salarial; por otro de una subida encubierta, ¿qué tiene que decir al respecto?
—Cuando se produjo el secuestro, uno de los esfuerzos que hace la plantilla es la reducción salarial de un 20%, y esa reducción se ha mantenido tras el secuestro. Sus condiciones laborales no son las que tenían antes de que se produjera el secuestro. Este contexto es el que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de las condiciones salariales de la plantilla, ya que se rigen por las establecidas desde el momento del secuestro. Eso en general se sigue manteniendo. Si hablamos en cuanto a retoques de las condiciones laborales, en el concepto global se han reducido el sueldo y, por cierto, trabajan más, ya que el absentismo laboral se ha reducido notablemente.