La vida paralela del Xerez sigue caminando por los senderos de la judicialización. De una parte está el asunto de Javier Tebas, que incide en que esta querella no va a devolver al club a la Segunda División B, y de otra están los problemas con la justicia de Joaquín Morales y Antonio Fernández Monterrubio. Ayer el ex máximo accionista y el ex director general tuvieron que testificar en la causa incoada contra ellos por la demanda, por lo penal, interpuesta por ex subdirector general, Manuel Leira, por apropiación indebida. Testificó por parte de la querella, el ex delegado sindical del club y miembro de su plantilla administrativa, Jesús Rueda,m así como la persona que se había encargado del peritaje.
Las partes, como no podía ser de otra forma, insistieron en sus planteamientos básicos. Leira indicando que se le había impedido recoger los enseres que tenía en su despacho, enseres que dicen eran suyos y ha presentado las correspondientes facturas y Morales y Monterrubio negándolo. El ex director general, incluso, llegó a decir que todo lo que se había montado era “por venganza” de Leira por su despido de la sociedad anónima deportiva.
De los presentes únicamente Manuel Leira quiso entrar en valoraciones, indicando que “Lo único que quiero es que se me devuelva lo que es mío” y que su pretensión principal “era sentar en el banquillo a estas dos personas”, sin ánimo de venganza alguno porque “yo ya cobré en los juzgados y además lo hice pronto, a pesar de que se me sigue debiendo dinero. Venganza ninguna. Han hecho a otros compañeros y todavía no han podido cobrar y yo cobré de inmediato. Lo que pasa es que en el club había unos objetos que me pertenecían y no me los quisieron dar. No tengo nada personal, quiero que prevalezca la verdad”.
El juicio ha quedado visto para sentencia y ya decidirá su señoría al respecto. Es la quinta vez que Manuel Leira sienta en el banquillo a Joaquín Morales, según recordaba el propio Manuel Leira.
Leira ha dado el primer paso dentro de la batalla legal emprendida desde el día en que lo readmitieron en el club, para posteriormente despedirlo, y le privaron de entrar en su despacho y acceder a recoger sus cosas personales. Dice que lo pidió varias veces y siempre tuvo la negativa por respuesta. Morales y Monterrubio comentaron todo lo contrario y ahora habrá que esperar la sentencia, igual que se espera la sentencia de la demanda por la ampliación de capital y la vista que tuvo lugar en los juzgados de lo mercantil. Esa sentencia podría llegar después de la calificación del concurso de acreedores.
