Esta aportación, lograda tras varias semanas de gestiones en las que actuó como intermediario el alcalde de Algeciras, Tomás Herrera, servirá para el desarrollo, por parte del colectivo social, de su programa de actuación integral en materia preventiva en barriadas, Ciudad de Algeciras, al que están acogidas unas 8.000 personas pertenecientes a unas 30 barriadas, y que hacen partícipes también a 30 centros educativos.
El acto en que se ha hecho oficial la entrega de esta aportación económica se ha llevado a cabo en la sala de Comisiones del Ayuntamiento, con la presencia del presidente de la coordinadora comarcal, Miguel Alberto Díaz; el director provincial de la entidad financiera, Ángel Roa; el responsable de zona del Campo de Gibraltar, Carlos Mendoza; el alcalde, Tomás Herrera; y la responsable de la coordinación de actividades de Barrio Vivo, Carmela Díaz.
Frente común
Miguel Alberto Díaz agradeció por un lado la gestión personal realizada por el alcalde, y por otro la implicación de Unicaja, que supone dar un paso más en “ese frente común” que “asociaciones de vecinos, colectivos como el nuestro y parroquias” desarrollan “para adelantarse a que las cosas pasen”.
Díaz recordó que a principios de mayo “cumplimos 19 años de historia” y que desde entonces su actuación no ha dejado de crecer en todos los rincones de Algeciras. Así, sin ir más lejos, en materia de absentismo escolar, Barrio Vivo colaboraba el pasado año con un sólo recinto, pero ahora su radio de actuación ha pasado a englobar a un total de cinco colegios.
De igual modo, Díaz recalcó el trabajo que lleva a cabo la coordinadora en cuanto a la prevención de enfermedades de transmisión sexual, como el SIDA, el desempleo juvenil, la prevención del maltrato a las mujeres, las actividades de ocio y tiempo libre para jóvenes y mayores, tareas de concienciación medioambiental como la muy reciente Ruta Guadalmesí y otros.
Por su parte, el director provincial de la caja de ahorros puso de manifiesto “las diferencias entre entidades como la nuestra y las financieras”, en el sentido de que “los dividendos de las cajas acaban devolviéndose a los clientes en forma de subvenciones como esta”.
Al hilo de este asunto, Ángel Roa resaltó el modo en que le había sorprendido repasar la memoria de actividades de la coordinadora durante el pasado año, y el “amplio movimiento vecinal, actuación en colegios, mantenimiento y recuperación”, generada por la misma.
Al mismo tiempo, el director provincial dijo que “gracias a personas con esa generosidad las plataformas cívicas están donde tienen que estar”.
Se trata de una aportación puntual, que en base a las palabras mencionadas por los representantes de ambas partes del acuerdo podría verse reproducida más adelante y ser el germen de una colaboración más continuada.
Colaboración
Por su parte, el alcalde, Tomás Herrera, restó méritos a su participación afirmando que “en este acto estoy únicamente como testigo y notario”, y comentó que su gestión comenzó cuando desde la propia coordinadora demandaron su ayuda para que les diera a conocer a los representantes de la caja de ahorros.
En cuanto a la cantidad aportada, 25.000 euros, Herrera destacó que hechos como éste demuestran que “tanto las cajas de ahorros como las entidades financieras no miran únicamente sus cuentas de resultados, sino que cuentan también con apartados de apoyo a colectivos sociales.
Alternativas
El proyecto de la coordinadora comarcal Alternativas Oportunidades, que se desarrollará en breve con hombres y mujeres del módulo terapéutico y convivencial -más conocido como módulo siete- del centro penitenciario de Botafuegos, será posible gracias a firma de un convenio suscrito con la Obra Social de Caja Madrid.
El acto oficial con el que se refrendó el acuerdo se llevó a cabo en la sede de la coordinadora en calle Iglesia, en la Estación de San Roque, ayer a las 9.00 horas.
Esta ayuda, integrada en la Convocatorias de Ayudas 2008 de la entidad bancaria, tiene una cuantía de 9.000 euros. El programa Oportunidades pone en marcha una serie de actividades destinadas a favorecer la inserción sociolaboral, familiar y comunitaria de los reclusos. Para ello, se dota a los internos de las habilidades, conocimientos y destrezas necesarias “para que sean capaces de afrontar adecuadamente su estancia en prisión y preparar su vuelta a la sociedad”, indicaron desde la coordinadora.
El programa de divide en tres partes: un área educativa, para la formación básica; otra ocupacional, desde la que se edita la revista Artículo 182, que recoge la actualidad de la prisión; y por último el área psicosocial, con los talleres de Valores Individuales y Orientación Laboral.
Con el programa en cuestión, la coordinadora Alternativas espera obtener al menos un 80% de participación de los internos del módulo, disminuir el tiempo de ociosidad de los mismos, diseñar el perfil formativo y profesional de los participantes, y que el 90% de los consumidores de droga abandone el consumo o al menos se someta a algún programa terapéutico.