Según las centrales sindicales, esta situación “es muy lejana a la venta política por parte del gerente del Área de Gestión Sanitaria (AGS), Francisco Martos, y de la Consejería de Sanidad en la inauguración del citado servicio hace unos meses”.
Así, los sindicatos indican que “la reducción drástica de personal hace que sea imposible que se pueda prestar una atención sanitaria adecuada y con garantía hacia los usuarios”.
Política economicista
Así, las fuerzas sindicales apuntan que “la política economicista, temeraria e imprudente llevada a cabo por Martos y su equipo ha llevado a no sólo no cubrir las ausencias que pudieran presentarse en la unidad, sino a reducir el personal del servicio incluso al 50% a pesar del aumento significativo de los ingresos hospitalarios de pacientes y el consiguiente aumento de cargas de trabajo”.
Los seis sindicatos señalan que “pareciera que todo ello lo hiciera sin sopesar ni meditar las graves consecuencias que pudieran acarrearse tanto a pacientes como a profesionales”.
Todo esto lleva, según las organizaciones sindicales, “a una situación de desconcierto y desesperación de los profesionales que sacan adelante su trabajo de manera penosa con gran profesionalidad y humanidad, aunque con gran preocupación”.
Y es que, la citada preocupación se asienta en que, “a que a pesar de denunciar su situación y de los riesgos que conlleva, ven a una gerencia cuyo principal propósito es el ahorro económico por encima de cualquier principio”.
Así, tanto “profesionales como usuarios” se sienten “insultados por esta Dirección” que los “desprecia continuamente sin querer dar solución a la situación grave por la que está pasando nuestro centro sanitario”.
Un situación, en la que según los sindicatos “el personal sanitario y no sanitario es insuficiente para atender a los pacientes y soporta cargas de trabajo muy elevadas, repercutiendo consecuentemente en la asistencia y a la calidad de los cuidados que se prestan”.
Las organizaciones sindicales subrayan que, “aún así, se empeñan en seguir manteniendo cerrada la quinta planta del hospital con la excusa de estar en obras para su acondicionamiento desde el mes de junio (obras que ya están finalizadas). Esto provoca que se dilate su apertura y se utilice el personal para intentar cubrir sin éxito las múltiples deficiencias que existen en el hospital con el consiguiente ahorro económico que esto supone en detrimento de la calidad”.
Debido a esta situación, los sindicatos han decidido, “realizar una asamblea de trabajadores el próximo 20 de noviembre donde explicarán la situación actual y propondrán actuaciones consensuadas”.
