Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez atendió en 2015 a un total de 27.394 personas, de las cuales 12.400 pertenecen al término municipal de Jerez y 11.586 son de la zona urbana. Así se desprende de la Memoria 2015 que presentó este martes esta institución de la mano de su director, Francisco Domouso, acompañado por el Obispo de la Diócesis, José Mazuelos.

Aunque en 2014 se atendió a un millar más de usuarios, esto no quiere decir que haya disminuido la demanda, todo lo contrario. Tal y como matiza Domouso, “los más pobres lo son aún más”, lo que ocurre es que esta asociación está ofreciendo una asistencia “mucho más integral y personalizada” derivando casos a otros recursos. A ello hay que sumar que estos datos no visualizan las atenciones puntuales a ciudadanos.


En lo que respecta al perfil de las personas a las que acompaña Cáritas en su día a día para que salgan adelante, el informe constata un año más que la pobreza sacude mucho más a la mujer, ya que un 71,9% de los atendidos tiene rostro femenino, frente al 28,1% de hombres.


De igual manera, la edad media de las personas asistidas es de 39 años (la media nacional es de 47), el 62% procede de barriadas“en buenas condiciones”, lo que demuestra que la pobreza está “en cualquier barrio”, frente un 37% que procede de los barrios marginales. Asimismo, 3 de cada 4 atendidos tienen cargas familiares, y el 54% son parejas con hijos. En cuanto al nivel de estudios, el 60% de las personas atendidas tiene estudios básicos, medios o superiores, limitándose el analfabetismo al 4%, mientras el 35% tiene estudios incompletos.


En referencia a la nacionalidad,  el 92% de los usuarios de Cáritas “son de la zona”, mientras que el 6% son extranjeros. En el repaso de esta memoria, el director de Cáritas también ahondó en los principales indicadores de exclusión social en un contexto en el que la ansiada recuperación económica que venden los gobernantes y el fin de la crisis “no son ciertos”, afirmó, apoyándose en los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). En dicho contexto, aludió a los gastos excesivos de vivienda, la pobreza severa por la que en un hogar entran al mes 332 euros o la falta de recursos para comprar medicamentos, lo cual puede derivar en graves problemas de salud y la infravivienda, dándose esta última situación sobre todo en el casco histórico de Jerez.


Especial preocupación muestra también Cáritas por el aislamiento que sufren las personas mayores, que el colchón de la familia se esté agotando y el colectivo de parados de larga duración. ¿Cuáles son las principales demandas que tienen? El primer lugar lo ocupan las necesidades básicas (57%), a las que se le dio una respuesta del 81,43% frente al 66% de 2014 , seguidas del empleo y la formación, (45%), a la que se le dio una respuesta del 19,85%, y la escucha, la ayuda y la formación (38,23%), con una respuesta del 39%.


En lo que a ingresos se refiere, Cáritas superó los 2.800.000 euros y registró un descenso de 91.000 euros respecto a 2014. En este sentido, desde esta organización resaltaron el incremento de las subvenciones privadas en más de un 150% y de las aportaciones de socios y donantes,  en contraste con las subvenciones públicas, que han disminuido un 16,02%. El obispo agradeció especialmente la labor de los 816 voluntarios, un colectivo que sigue creciendo en un 43% desde 2013, y confió en que después de las elecciones los gobernantes “se pongan a buscar el bien común”.

Los daños colaterales del ERE municipal

Domouso resaltó ayer el trabajo en red con el Ayuntamiento, pero lamentó que el tiempo de respuesta “siga siendo muy largo”. No ayuda, en este sentido, como dijo, la falta de personal para atender la demanda “ingente” de servicios sociales” al ser este colectivo uno de los más afectados por el ERE que realizó el Consistorio en 2012