Desde entonces, no se han producido más avistamientos del animal. Las autoridades, junto a la sección marítima de la Royal Gibraltar Police (RGP) y la sección marina de la sociedad de Historia Natural del Peñón (Gonhs), y basándose en sus consejos, decidió ayer que la normalidad debía volver a todas las playas gibraltareñas.
Se ha enviado un mensaje de alerta a la ciudadanía y usuarios de las zonas costeras, para que permanezcan vigilantes e informen de cualquier signo inusual en la actividad de la vida marina a los vigilantes y socorristas.
Este personal, junto a la sección marítima de la policía del Peñón, también está trabajando sobre la base de una vigilancia extra en las costas.
A criterio de las imágenes grabadas por Burkhard Menn,(VIDEO cortesía de Burkhard Menn de Beedivers Gibraltar). quien dirige un negocio de submarinismo, Beedivers Gibraltar, el escualo era de grandes dimensiones, estimándose que entre la aleta dorsal que se divisó y la cola del animal, mediría unos 2 metros. Según esta estimación, el tiburón que se acercó a las costas del Peñón podría medir más de 8 metros de longitud.
Existen dos opiniones de profesionales en biología marina. Unos se ratifican en que el ejemplar era un tiburón blanco, frecuente en aguas del Mediterráneo y otros consideran que podría tratarse de un tiburón peregrino, totalmente inofensivo al alimentarse de plancton.
Aunque la peligrosidad de ambos tipos de escualo es completamente distinta, la alarma se propagó rápidamente y las autoridades decretaron el cierre de todas las playas en interés de la seguridad pública.
Paradójicamente las playas del resto de la comarca y que se encuentran a escasas millas de las costas gibraltareñas, permanecieron abiertas al baño durante la jornada del miércoles, no informándose de la presencia del tiburón a los bañistas de las costas cercanas.
