El abogado de la comunidad de vecinos del edificio María Cristina, Antonio Viñas, aseguró ayer que los vecinos se encuentran “muy preocupados por su situación” a pesar de la “buena disposición mostrada por las partes”.

El representante de la comunidad de propietarios señaló que la reunión celebrada el pasado martes “transcurrió muy bien. Estuvimos reunidos con todos los afectados por la demolición de la fachada, empleando media hora para estudiar cada caso”. Al encuentro también asistió el administrador concursal de Somixur.

Durante la reunión se analizaron los casos en los que sería necesario realojar a los vecinos afectados en viviendas de alquiler. En principio, de las seis familias afectadas directamente por las obras, un total de cuatro deberán ser derivadas a un piso mientras se prolongue la remodelación.

El objetivo es que cuando se logre alcanzar un acuerdo definitivo sobre las responsabilidades para abonar la reforma, las obras puedan iniciarse “en una semana como mucho. Por eso, se persigue que los vecinos que tengan que desalojar sus casas vayan ya llevándose sus pertenencias para acelerar este proceso”.

A la reunión también asistieron representantes de unas oficinas afectadas así como del establecimiento que Burguer King mantiene en la parte baja. En el caso del Burguer King no hay posibilidad de realojo, con lo que el establecimiento deberá permanecer cerrado durante la reforma.

Burguer King, como el resto de propietarios, ya ha avanzado que requerirá responsabilidades económicas por los perjuicios sufridos. En este sentido, se ha solicitado una valoración de los daños ya sufridos por el periodo de cierre acumulado en una primera instancia y por la disminución de las ventas (lucro cesante). Esta cantidad deberá sumarse a la valoración de pérdidas por los días que el restaurante permanecerá de nuevo cerrado, “detalle que se conocerá de forma definitiva cuando concluyan los trabajos”.

Fechas
Por el momento se desconoce la fecha de inicio de los trabajos de reforma, si bien desde la representación legal de la comunidad se apunta que ésta podría darse “a principios o mediados de septiembre”. Pero, para ello, los seguros de la dirección técnica del proyecto deberán dar el visto bueno, “único asunto que permanece actualmente parado”.

Según indicó el abogado de la comunidad, “se calcula que los trabajos de demolición de la fachada se prolongarán entre 20 y 30 días. Mientras, para la construcción de la nueva fachada, deberán emplearse unos dos meses”.

Sobre la reunión con el Consistorio, el lunes día 24 los vecinos cerrarán una fecha ya que será entonces cuando regrese de sus vacaciones el edil delegado de Urbanismo, Diego Sánchez Rull.