Poco antes de las 11.00 horas, la cola de vehículos provocada por la llegada de un vuelo al aeropuerto del Peñón, comenzó a extenderse hasta el citado control. Los dos agentes de la Policía Local comenzaron a actuar, tal y como estaba previsto, pero sólo desviando los vehículos que no se encontraban en la ruta hacia la frontera. El objetivo, declararon los agentes, “es evitar que la rotonda se colapse, por ello enviamos a los coches hacia el centro”.
De poco sirvieron los desvíos, ya que eran muchos los que tras dar varias vueltas por la ciudad, regresaban a la zona intentando de nuevo “colarse” en la extensa caravana. No fueron pocos los conductores que se bajaron de sus vehículos y acusaron a los agentes de estar engañándoles. Alegaban que les desviaban a pesar de saber que se dirigían a Gibraltar.
Gran parte del tráfico que soporta esta vía en agosto está formado por vehículos extranjeros o nacionales, pero de otros lugares de España y que desconocen cómo llegar a Gibraltar o que existe una cola rumbo a la frontera.
Al medio día la situación se complicó con nuevos agentes en la zona, entre los que estaba el comisario de la Policía Local, Carlos Fernández. El tráfico quedó cortado completamente, incluso para los vehículos que se dirigían al Peñón, llegando en ocasiones a verse la cola a la altura del Club Marítimo y una extensión de carretera vacía porque todos los vehículos eran desviados al centro.
También se personó en la zona el comisario de la Policía Nacional, Ángel Lozano y el presidente de la asociación de trabajadores españoles en Gibraltar, Citipeg, Francisco Ponce, quien estuvo observando la situación y declaró que la medida tomada desde el Consistorio era “desorbitada” y que “de poco estaba sirviendo ya que no era la solución”.
Desde la zona, Ponce llamó personalmente al diputado nacional del PSOE, Salvador de la Encina, para trasladarle su preocupación y pedirle que “intermediara con el Ministerio del Interior y se pusiera fin a una situación irregular ya que esta carretera es competencia de la Guardia Civil y no de la Policía Local”.
Para empeorar la situación, uno de los camiones que cruzó el control policial vertió grava en la calzada y el cuerpo de bomberos linense hizo acto de presencia en el lugar. Fueron enviados tres camiones a la zona para retirar poco más de 20 metros de grava que en ningún momento estaba dificultando la marcha de vehículos.
La presencia de los tres vehículos de bomberos provocó más estancamiento del tráfico y la desesperación de los conductores y los propios agentes policiales, que mientras desviaban el tráfico podían percibir que estaban colapsando otras zonas de la ciudad. Sobre las 13.30 horas la situación comenzó a normalizarse pero aún podía verse que la caravana, en estos días de agosto, está alcanzando una extensión incontrolada.
De La Encina visitará la zona
En la jornada de hoy está prevista la visita a la zona del diputado nacional socialista, Salvador de la Encina, quien estimará cómo está la situación no sólo de las colas hacia Gibraltar, sino del serpentín de acceso a la frontera y de las instalaciones de la propia aduana y control policial.
Por otro lado, el alcalde, Juan Carlos Juárez, informó que “estas medidas continuarán llevándose a cabo diariamente hasta que se reduzcan las colas”, y aseguró que a los conductores “se les está informando de este asunto y están siendo dirigidos a la avenida de España”.
El primer edil aclaró hace varios días, que “la decisión es consecuencia de la falta de solución a la retención de tráfico en el principal acceso a la ciudad, por la incomodidad, el ruido, la imposibilidad de aparcar en la avenida Príncipe de Asturias en el margen más cercano al mar, molestias para el desenvolvimiento del tráfico rodado”.
