Una madre ha denunciado un presunto caso de acoso escolar en un instituto público de Jerez contra su hija de 14 años por parte de una compañera de clase repetidora de uno de los grupos de 1º de ESO, que desde hace tres semanas está expulsada del centro tras agredir a la menor cuando se disponía a volver a su aula tras el recreo.
El problema, como relata Fabiola Jales, es que esta medida disciplinaria adoptada por el centro el mismo día de la pelea, el 3 de mayo, en principio tiene una vigencia de 29 días, con lo que, a medida que se consume este plazo, aumenta también la angustia de la adolescente por reencontrarse con la supuesta agresora. “Mi hija me lo ha dicho que está temiendo cuando vuelva, que ella cuando esta niña regrese a clase no va al instituto”, señala a Viva Jerez.
El episodio que motivó la expulsión inmediata de la supuesta agresora ha colmado la paciencia de esta familia, que no está dispuesta a que su niña siga en este centro a menos que la otra alumna implicada salga de forma definitiva o que su hija sea trasladada a otro instituto de Jerez, que es la opción que prefieren, aunque para ello tengan que sacrificar la comodidad de vivir al lado de instituto en el que la joven comenzó sus estudios en octubre.
Su madre asegura que desde el primer momento la otra compañera la tomó con su hija pese a no haber ocurrido nada entre ellas. “Es una fijación lo que tiene con ella, no le deja tranquila, se mete con el piercing que lleva, con su pelo, le ha llegado a echar del baño, le abre la cartuchera y le quita cosas, y le ha llegado a amenazar diciéndole que le iba a esperar fuera. Le tiene como despecho por ser una niña muy guapa . Y mi hija es muy tímida y tranquila, nunca ha tenido ningún problema”, narra su madre, que asegura que en las últimas semanas la acompaña al instituto por temor a que le ocurra algo.
Según denuncia, todo se fue complicando desde las semanas previas a las vacaciones de Navidad, y ella en más de una ocasión fue a hablar con su tutora para pedir explicaciones. Lo que no se imaginaba Fabiola es que las cosas se torcieran como ocurrió en la semana antes de la Feria, cuando la hermana de la alumna expulsada “le dio un empujón” cuando iban a entrar a clase y su hija se lo recriminara, entrando en acción su hermana, (ahora expulsada).
“La cogió por el cuello, por los pelos y por la oreja, la tiró al suelo y empezó a darle rodillazos. Sus gafas salieron volando. Todo esto delante de más compañeras y en frente de la secretaría. Cuando me llamaron y me fui para el centro mi hija se abrazó a mi llorando, estaba desubicada y temblando”.
Quieren cambiarla de centro
Ese día, Fabiola se fue directamente a la Comisaría a interponer una denuncia de la que se dará traslado a la Fiscalía del Menor y llevó a su hija a un centro médico, quedando reflejado en el parte médico los “dolores en el cuero cabelludo por los tirones de pelo, una contusión periungueal de anular de mano de derecha, en la zona infranasal y una erosión detrás de la oreja”.
Ha pasado casi un mes y el centro ha abierto un protocolo de acoso y está llevando a cabo entrevistas con alumnos del instituto y testigos de estos episodios para determinar, antes de que acabe el curso, si el caso “es o no acoso”. Según ha podido saber este periódico, en el instituto se ha actuado “desde el primer momento”, por lo que considerarían precipitado que la madre haya denunciado el caso ante la opinión pública antes de que se resuelva el proceso.
La progenitora de la menor, por su parte, hace un llamamiento para que su hija sea trasladada a otro centro y pide agilidad en el proceso para obtener plaza en otro instituto para el próximo curso.