La Policía Nacional busca a María Molina García, una menor de 15 años de edad que está en paradero desconocido desde el pasado 11 de septiembre. Con el de este miércoles eran ya ocho días sin tener noticias de su hija y crece la preocupación en su casa por saber de la adolescente.
Mientras que en la Policía Nacional, donde llaman a la prudencia, confirman que han abierto una investigación desde el momento en el que los padres pusieron la denuncia (al día siguiente), su padre José Manuel Molina va más allá y asegura que su hija “no se ha marchado voluntariamente” y hace un llamamiento para quien conozca algún dato o la haya visto después de las 14.00 horas de ese día en la barriada de Los Pinos contacte con la familia o con la Policía.
Otras fuentes de la investigación aseguran que la familia denunció la fuga voluntaria de ésta del domicilio familiar, y que fue la propia menor la que indicó a sus progenitores que se iba con un joven de unos 20 años de edad y que volvería en unos días. Una versión que su padre negó ayer a este periódico, asegurando que su hija tiene “un amigo de 16 años”, pero no pareja.
Pese a todo, ayer se mostraba esperanzado en que todo dé un giro en las próximas horas para poder abrazar a su hija, a la que define como una “niña que no tiene una palabra más alta que otra, y que ni quiere ir a comprar el pan sola a la calle”, negando que hubiera problemas en casa o que hubieran discutido en los días previos.
Su progenitor tiene claro que independientemente de que su María saliera de su casa “por su propio pie” a día de hoy “la tienen retenida fuera de Jerez y le han comido la cabeza”, señala, tras apuntar a un grupo de etnia gitana (la joven y su familia también lo son), de fuera de Jerez, donde hay “malas personas”. “La han captado por Facebook”, asegura su padre, que no oculta sus expectativas en que el desenlace y el final feliz de esta historia se produzcan de manera inminente.
