Acción Marianista es una ONG para el desarrollo social fundada por la Familia Marianista de España - Compañía de María, Religiosas Hijas de María Inmaculada y Fraternidad Marianista- cuyo objetivo es el de financiar proyectos de cooperación social en los países más vulnerables del mundo.
La delegación de Acción Marianista en Jerez se constituyó en 2012 por fraternos y un religioso Marianista. Desde entonces cada dos años, escogen un proyecto social que financian a través de diversas actividades como torneos de fútbol, musicales, jornadas solidarias, entre otras.. El delegado actual de Acción Marianista Jerez, Diego del Barco Gavala, explica cómo se desarrollan estos proyectos solidarios. “La delegación está activa gracias a la contribución de los socios de honor en Jerez, con su ayuda es posible cubrir los gastos de las actividades que organizamos, para que todo lo recaudado vaya directamente a financiar los proyectos solidarios”. Además, añade que “ desde que comenzamos hemos podido llevar a cabo distintos programas de cooperación social en Cuba, India, Benín, y ,desde septiembre de 2018, Kenia, todos ellos avalados desde la sede gestora situada en Madrid”.
La organización se nutre de voluntarios y colaboradores que durante dos años mantienen la esencia solidaria para que los proyectos salgan adelante. “Hasta septiembre de 2020 seguiremos realizando actividades para financiar el programa en Mombasa (Kenia), pero ahora ha llegado el momento de que dos jóvenes conozcan de cerca otra realidad y se aventuren con un voluntariado internacional el próximo 18 de febrero”, afirma Diego del Barco Gavala.
Ser voluntario internacional con Acción Marianista no es “tarea fácil”, tal y como asegura Del Barco, hace falta pasar por un proceso en el que la persona demuestre que está comprometida con la ONG y la causa. “Todo aquel que quiera puede venir e informarse, pero buscamos personas comprometidas que durante alrededor de un año y medio participen activamente en las propuestas realizadas desde la delegación. Después de nuestra aprobación, tienen que aistir a cursos de formación en Madrid y que, además, la sede central los considere aptos”, afirma Diego del Barco, quien, además añade que, “no es un simple viaje, es una experiencia que te va a cambiar por completo tu forma de pensar y de vivir”.
Nuevos horizontes
Tras varios años colaborando estrechamente con la delegación de Acción Marianista en Jerez, el próximo mes, Ana Domínguez y Carlos Cuenca se embarcarán como voluntarios internacionales en una aventura de cooperación social, que, según Domínguez, les “abirá nuevos horizontes”.
En un pueblo cerca de Mombasa (Kenia), Ukunda, se encuentra el Instituto Técnico de Formación Profesional Marianista, allí, durante seis meses, Carlos Cuenca y Ana Domínguez desarrollarán tareas de colaboración en distintas áreas educativas, así como también, colaborarán en un colegio situado en la misma ciudad de Mombasa, impartiendo clases de diferentes materias a los más pequeños, aunque afirman que están dispuestos a ayudar en todo lo posible.
Ana Domínguez siempre ha estado vinculada a la Familia Marianista, por eso expresa que le hace especial ilusión realizar el primer voluntariado internacional con la delgación de Jerez. “Desde pequeña he estado en el colegio Ntra. Sra del Pilar en Jerez, también colaboro desde los 12 años en el grupo scouts, pero sentí que quería ampliar mis experiencias sociales y adentrarme en un mundo nuevo. Tras colaborar todo este tiempo con Acción Marianista, y después de pensarlo detenidamente, creí que llegaba el momento de regalar mi tiempo a los que más lo necesiten, porque sé que será algo recíproco, voy con la idea de aprender y que ellos me enseñen, tanto su cultura como su forma de vivir”, afirma Domínguez.
Por otro lado, Carlos Cuenca, también tiene una experiencia dilatada como voluntario, además de haber sido profesor en el colegio Ntra. Sra. del Pilar. “Llevo muchos años realizando diferentes acciones sociales con multitud de asociaciones, como, por ejemplo, Aventura 2000, relacionada con los Marianistas, Fundación La Caixa, la ONCE, y responsable del Magnificat durante cuatro años. Pero necesitaba dar un paso más y realizar un ejercicio de inmersión social y cultural”, señala Cuenca.
Además, tanto Ana como Carlos, pretenden enseñar español en el tiempo que estén en el instituto de Ukunda. “Es una región que se sustenta por el turismo, por eso creemos que es fundamental que los jóvenes tengan un nivel básico de español, pensamos que les puede ayudar mucho”, adirma Domínguez.
Ambos tienen un objetivo en común, encontrar en Mombasa aquello que aún falta aquí. “Esperamos encontrar a gente que es infitamente más feliz teniendo menos. Encontrar otra forma de valorar la vida, el tiempo y las personas que se encuentran a su alrededor. Conocer a fondo su cultura y, sobre todo, ser útiles”, asegura Cuenca.