Desde que el pasado 28 de febrero el Señor de Bondad y Misericordia se hizo presente en la parroquia de San Juan de Dios, su joven hermandad parece estar viviendo un periodo de renovada ilusión. A esta circunstancia -que era el anhelo de estos cofrades desde que iniciaron su andadura- se suma la cesión de un solar anexo al templo en el que más pronto que tarde empezarán a levantarse las cuatro paredes que permitan la forja de un futuro.
Esos nuevos aires que vive la hermandad parecieron aflorar al exterior en la tarde de este jueves cuando los nazarenos de antifaz grana y túnica de color crema se hicieron presentes en las calles de Jerez. De nuevo salió la cofradía de la iglesia de la Victoria, el templo que le sirve de improvisado refugio cada Semana Santa.
La intención de la hermandad es que la de este año fuera su última salida desde la confluencia entre Ponce, Porvera y Ancha. Quizá también fuera la última salida en esta extraña jornada de Jueves de Pasión. Si las obras de la sede anexa a la parroquia de San Juan de Dios avanzan lo necesario, ya en 2020 se podrá procesionar desde allí y entonces no sea necesario adelantar la salida a la tarde del jueves sino que pueda llevarse a cabo en la tarde del Sábado de Pasión.
Sea como fuere, lo cierto es que la hermandad tiene ya un futuro que soñar, algo que se le había negado en estos últimos años.
El cortejo, integrado por alrededor de noventa nazarenos y medio centenar de monaguillos, partió de la Victoria a las cinco y media de la tarde.
El Señor de Bondad y Misericordia -vestido en tonos cremas- estrenó nuevo paso en carpintería. Se trata de una de las andas de mayores proporciones de la Semana Santa de Jerez, con diez trabajaderas y cincuenta costaleros. Sí presentaron labores de talla los candelabros de guardabrisas, con codales rojo sacramental. Un friso de clavel de este mismo tono completó el exorno floral.
Jesús Sánchez Lineros repitió como capataz, acompasando el caminar de la imagen de Ana Rey la Agrupación Musical San Juan. La cofradía tomó por Ancha para posteriormente subir Taxdirt, acceder al Hospital San Juan Grande y buscar el entorno de Juan XXIII y Eduardo Delage.
Precisamente uno de los momentos más emotivos de la jornada tuvo lugar ante la parroquia de San Juan de Dios -la casa del Señor de Bondad y Misericordia- donde se rezó una oración. Luego llegaría el momento de buscar el centro y la capilla de San Juan de Letrán, donde se hizo la estación de penitencia. Este jueves dejó la sensación de que Bondad y Misericordia tiene al fin un futuro por delante. Y sueña con él...