“Tenemos un taller y venimos de estrés hasta arriba; así que que este fin de semana en Jerez nos da igual ocho que ochenta”. Para Antonio y Jonathan, dos moteros granadinos y mecánicos de profesión, venir a disfrutar del ambiente del Mundial de MotoGP en la calle y en el Circuito de Jerez es su premio particular a tantísimas horas de trabajo reparando vehículos a destajo. Por eso no hacen cuentas de lo que se van a gastar y están dispuestos a tirar la casa por la ventana y a echar un fin de semana “relajado”, que, además, no es corto, pues llegaron el jueves. Prefieren buscarse un alojamiento económico, en su caso han optado por un camping en El Puerto de Santa María que les cuesta 50 euros por noche y estar sin parar todos los días por Jerez y otras localidades de la provincia haciendo rutas e impregnándose del movimiento motero.
Llevan cinco años viniendo, han vivido competiciones como el Gran Premio de Cheste, en Valencia, y son tajantes cuando le preguntas por cuál se decantan: “la duda ofende, eso ni se pregunta, y además aquí la gente es más simpática y más agradable.
La primera experiencia con el Gran Premio de Jerez para Daniel y Miguel Ángel, dos amigos madrileños, fue hace dos años y desde entonces tienen claro que siempre que pueden intentarán ser fieles a la cita con la ‘catedral’ de las motos. Este año han aprovechado el puente por la festividad de la Comunidad de Madrid para llegar antes y empaparse al máximo de todo lo que implica el Gran Premio, dentro y fuera del trazado de velocidad.
Pernoctan en un hotel de Puerto Real, donde han pagado 450 euros entre los dos. “Preferimos ahorrarnos dinero en alojamiento. Estuvimos mirando para quedarnos en Jerez y El Puerto pero en estas fechas son bastante caros”, señalan. Han estado durmiendo allí y durante el día han aprovechado para recorrer la provincia en moto. Vienen con la programación bien estudiada, de hecho hicieron cola para apuntarse a la gran caravana motera del jueves, que luego vieron en la Avenida Álvaro Domecq, pero la larga cola para inscribirse y el calor hicieron que desistieran. El año que viene se apuntarán por internet. “Venimos desde Madrid en la moto, y es bastante paliza, son ocho horas entre que paras y comes algo, así que tampoco estos días días nos vamos más lejos de Jerez y El Puerto”, explican.
Para Antonio y Lara es su primera vez en Jerez. Vienen de Ronda. Él es militar y viaja con un grupo grande de compañeros de Córdoba, Arcos, San José del Valle, que ya son veteranos. Duermen en Jerez en casa de un compañero. “Tengo los mejores guías;  han echado los dientes aquí, así que estamos al tanto de todo. Llevo dos años con moto grande, el año pasado se me escapó la oportunidad, y este año no podía faltar”.
Pero el GP no entiende de edades, ni de nacionalidades: alemanes, ingleses, italianos...nadie se lo quiere perder. Para Valeriano y Victoria, un matrimonio de Navalmoral de la Mata, en Cáceres, este año por fin es su debut en el Gran Premio de Jerez. Hace cinco años que Valeriano se compró una moto de alta cilindrada y después de varios años intentándolo y no poder hacerlo por motivos de trabajo, por fin este 2019 ha llegado la hora. La anfitriona es una sobrina, Azucena, que tiene casa en Chipiona, donde se han alojado estos días. Allí está su centro de operaciones porque tienen claro que no van a parar. “Estamos con muchas ganas de que empiece la acción y de no perdernos nada”, señala. Raúl y Víctor tienen la suerte de vivir “aquí”. Son de Cádiz, una vez que se abre el telón con la llegada de la caravana motera comienza su maratón particular para no perder detalle del ambiente de las dos ruedas . “Nos vamos moviendo por toda la provincia y vamos a dormir a Cádiz, es lo bueno de vivir aquí”. Llevan 16 años sin perderse el Gran Premio y son los pocos supervivientes del grupo de amigos que empezó entonces. “Se han ido casando, tienen niños y ya no es lo mismo, pero nosotros vamos a seguir hasta que nos dejen”, bromean. Creen que la fiesta motera en Jerez “puede mejorar” y aunque ven necesario la presencia de fuerzas de seguridad tras aquellos “años de descontrol” que acabó blindando la ciudad a las motos, también encuentran el ambiente “demasiado capado” el ambiente en Jerez. “Hay un policía por moto”, apunta.
Antonio y Lara. Ronda
“El año pasado se nos escapó la oportunidad de venir y de este año no podía pasar. Somos un grupo de militares que estamos en Ronda y tenemos buenos guías, porque algunos han echado los dientes aquí”.
Daniel y Miguel Angel. Madrid
“Hemos estado buscando por Jerez y el Puerto de Santa María pero por estas fechas son bastante caros. Nos quedamos en Puerto Real, preferimos gastar menos en alojamiento y estar todos estos días sin parar”
Antonio y Jonathan. Granada
“Tenemos un taller y venimos con mucho estrés, así que para un fin de semana que tenemos nos da igual ocho que ochenta, no vamos a mirar el dinero. Esto no tiene que ver con Chester, es mucho mejor”.
Valeriano y Victoria. Navalmoral de la Mata
“Llevábamos mucho tiempo queriendo venir pero por el trabajo no hemos podido. Estamos en casa de una sobrina en Chipiona, así que el alojamiento nos lo ahorramos y estamos encantados con el ambiente”.
