En nuestra edición del pasado jueves adelantábamos que Luis Oliver deshojó la margarita y el martes, en la noche, anunció a sus más cercanos colaboradores en el Xerez C.D. que iba a desbloquear los derechos federativos, en el momento en que sea necesario porque no tiene que hacerlo ahora mismo, y que iba ayudar puntualmente durante la temporada 2019/20, incluso haciendo algunas gestiones como las del nuevo entrenador, Juan Carlos Gómez ha llegado de su mano, o el de algún jugador, como Pedro Ríos u otros, que vengan a ilusionar a la afición y, al mismo tiempo, pidió un paso al frente de Afición Xerecista (el equipo filial pasará a denominarse A.Xerez Club Deportivo) para que se involucre en la gestión deportiva del día a día.
En definitiva puso punto y final a ese compás de espera que ha tenido en vilo a la afición desde que el pasado día 6 de junio se presentase la campaña de abonados. Desde entonces no se había sabido absolutamente nada de lo que pasaba o iba a pasar. Incluso se temía lo peor.  
El equipo va a competir, pero Luis Oliver, de alguna manera, va a dar un paso al lado ya que la gestión deportiva del día a día la va a volver a afrontar Afición Xerecista que, para este nuevo reto, puede estar acompañado de nuevos miembros que se involucren para sacar adelante una tarea que, en absoluto, va a ser fácil. Hay que matizar nuevamente el tema de los campos, el coste de la plantilla y los patrocinios que puedan llegar y los apoyos que se puedan conseguir para que la temporada transcurra por los caminos de la normalidad. Oliver mantendrá su presencia aunque algo más alejado de los focos, aunque seguirá muy cerca del día a día.