Luis Fuentes sólo tiene tres años y aún es complicado entenderlo, salvo cuando canta el estribillo del Himno del Real Betis, el club del que es seguidor su padre Rubén y que interpreta vestido con la equipación del club sevillano que le regalaron los Reyes Magos este año. Bético hasta la médula, como dice su tío, el ídolo de este niño jerezano es Joaquín Sánchez, o
Jaquín, como él lo llama, y siempre que puede le pide a su progenitor que le ponga sus goles en Youtube. Otra de sus pasiones, por supuesto, es jugar al fútbol. Con este historial pese a su corta edad, no es de extrañar que el pequeño no permita que “nadie toque” la camiseta que el capitán del club verdiblanco le ha enviado al Hospital de Jerez, donde está ingresado desde el pasado domingo. La misma con la que disputó el último partido que le dio la victoria ante el Levante y que preside la “nave espacial” en la que se montó hace unos días, como así llama a la cama de la planta de pediatría del Hospital de Jerez. En este complicado viaje deberá permanecer como mínimo dos semanas y media o un mes o más tiempo, según como vaya evolucionando, después de haberse roto y desplazado el fémur de su pierna izquierda tras caerse de su bicicleta sólo una semana después de que le quitaran los ruedines.
Rubén y Noelia, los padres de Luis, nunca podían imaginarse que lo que comenzó como una publicación en su estado de su cuenta de WhatsApp iba a viralizarse después de que un amigo de Sevilla la subiera a la página TE quiero BETIS de la red social Facebook. En el post contaban su caso y decían que la visita de Joaquín para estas largas semanas en el hospital sería "la mejor de las medicinas". Se publicaba el pasado lunes a primera hora y en cuestión de 48 horas ya tenía más de 15.000 compartidos, que ayer superaban los 16.000, además de más de 3.393 “me gusta” y más de 1.300 comentarios en los que además de animar al pequeño, pedían a Joaquín que cumpliera su sueño.
Por motivos laborales el jugador no ha podido ir a conocer a Luis, aunque todo se andará. Lo que sí ha hecho en cuanto ha conocido su caso es contactar con la familia y grabarle un vídeo animando a este “campeón” y mandarle a través de su representante una camiseta firmada por él “para que te dé mucho ánimo y mucha fuerza; tú verás que pronto vas a estar jugando al fútbol y vas a estar recuperado”. El pasado miércoles por la tarde, cuando Luis estaba en la habitación con su madre, el representante del jugador se presentaba y le decía que le traía un regalo de parte de Joaquín. Desde entonces, pese a los fuertes dolores y de que tiene que estar con las dos piernas vendadas y colgadas día y noche para que el crecimiento del hueso no sea desigual, Luis no deja de sonreír.
Una larga recuperación
“Es muy chico pero nada más ver el vídeo se le saltaron hasta las lágrimas, se quedó asombrado y no paraba de reírse; no sabe leer pero sabe perfectamente que el número 17 es el de Joaquín. Ha sido un chute de energía y lo más importante es que este detalle le hizo la tarde más amena a mi hijo y se ha puesto muy contento. Joaquín es un tío 10, ha cumplido de verdad”, señala Rubén, muy agradecido por los mensajes de cariño que están recibiendo en las redes sociales y que asegura que tendrá que leer detenidamente más adelante porque no pueden parar de llorar, mientras que a la habitación no dejan de llegar regalos. Para él, lo más importante, es que su hijo “esté contento” y lo lleve “lo mejor que pueda”.
Al pequeño le queda aún un largo camino hasta volver a jugar al fútbol y montar en bici, pues una vez que le den el alta, dentro de tres semanas o un mes, deberá ser sedado para escayolarlo desde el pecho hasta el tobillo, en una intervención que se prolongará al menos tres horas, para después tener que estar en reposo más de un mes y comenzar una rehabilitación de varios meses.¡Ánimo campeón!.