Proyecto Hombre se ha visto obligado a reorganizar la actividad en sus centros de tratamiento de adicciones por el estado de alarma, pero continúa prestando sus servicios vía telefóno, telemática o incluso presencial en caso de urgencias. El presidente provincial de esta asociación, Luis Bononato, tiene claro que ahora mismo, tal y como están las cosas, todos tienen que hacer un esfuerzo, pero también alerta sobre las connotaciones tan especiales que tiene esta situación excepcional para los 171 usuarios que tienen en tratamiento entre Jerez, Cádiz y Algeciras. “Para los que estén peor”, según explica, habrá casos en los que este aislamiento forzoso dé lugar a situaciones “contraproducentes” en sus hogares, al provocar “un aumento de la tensión” en el ámbito familiar, especialmente en los casos donde se conviva con personas con adicciones a las drogas.
“Es importante que tengan regulado el día con horarios, actividades distintas, y si hay tensión, si tengo posibilidad de irme a mi cuarto, hacerlo y no seguir aumentando los niveles de tensión; tienen que tener capacidad de pararse y de buscar recursos”, señala. En estas casas, lógicamente, el confinamiento va a ser “más especial” que en otras, de ahí la importancia del apoyo que sigue dando el equipo de tratamiento. Por ello, desde que comenzó el confinamiento, hacen el seguimiento a los programas de tratamiento por teléfono o videollamada a los usuarios un mínimo de una vez a la semana, dependiendo del programa, o incluso diario a demanda, a través del terapeuta de referencia de cada uno.
Asimismo, conscientes de que pueden surgir situaciones de emergencia, el centro situado en la prolongación de la calle Pizarro cuenta con la atención presencial de un trabajador para los casos de urgencia, al igual que la sede central. De igual manera, Proyecto Hombre también tiene habilitado de 9.00 a 14.00 horas el servicio de atención telefónica 956187479 para las personas que inicien tratamiento y las primeras entrevistas, donde se les derivará al programa correspondiente en función de sus circunstancias. De lo que sí advierte Bononato es del peligro de los más pequeños de caer en un uso abusivo de las nuevas tecnologías durante este encierro.
Robar tiempo a la pantalla
“Habrá personas que no lo van a gestionar tan bien como debieran y después hay que recuperar la normalidad”. De hecho, Proyecto Hombre tiene en marcha su programa Proyecto Joven para tratar la adicción a los videojuegos y las redes sociales y similares. “Hay que tener mucho cuidado porque a nivel académico los niños tienen que estudiar también on line y lo más fácil de estar encerrado en casa es tirar de videojuegos y de redes sociales”. Para evitar pasar más tiempo de la cuenta, aconseja controlar los horarios y proponer otro tipo de actividades para dar contenido a la jornada como los juegos tradicionales en familia, la práctica de ejercidios físicos para así robarle horas a la pantalla del móvil o de las computadoras. “Son momentos que a nadie nos gusta vivir, pero que hay que vivirlos de la mejor manera posible y con un talante positivo”, manifiesta.
