Cernaval, próximo a la bancarrota ?tras haber salvado la bahía?

Publicado: 13/11/2009
Los trabajadores de las instalaciones sanroqueñas volvieron a protestar ante la inminente pérdida de más empleos
El astillero de Cernaval en San Roque se enfrenta a la bancarrota tras la situación de bloqueo en la que se encuentra como consecuencia del accidente del portacontenedores MSC Shenzhen.

A pesar de que los trabajos de desagüe del dique en el que se encuentra el buque concluyeron en la jornada del jueves, aún resta la limpieza de las paredes del propio dique, el casco del buque, las galerías y la sala de bombas, unos trabajos que se estima que duren entre dos y tres meses. Desde el astillero se reclama que están haciendo frente a todos los trabajos y a todas las consecuencias de este accidente, sin contar con la ayuda de todas las partes involucradas en el mismo.

Cernaval propone que remolcadores, prácticos, buque y astillero, negocien para alcanzar un acuerdo a través del cual cada parte ponga el 25 por ciento de los costes y posteriormente sea ya un juez quien decida de quien es la responsabilidad de la colisión y estime a quien corresponde pagar.

La tesis del astillero es clara y se basa en que la maniobra de entrada del Shenzhen en dique debió abortarse al no contar con suficientes prácticos para un buque de semejante tamaño y no existir órdenes correctas de emplearse a los remolcadores, que en el momento del impacto se encontraban en mala ubicación y sin trabajar.

El director general de Carnaval, Manuel Piedra, informó ayer en rueda de prensa acompañado por el presidente del astillero, Mario López y el comisario de averías, Rogelio Garcez, que las instalaciones del dique actuaron como puerto refugio tras el impacto del costado de babor del portacontenedores contra la entrada. La puerta del dique, recordó, se cerró en ocho minutos, siendo el tiempo habitual de esta maniobra 45 minutos, con lo que se evitó que 240 toneladas de combustible acabaran en aguas de la Bahía.

El seguro del buque, declaró Piedra, “nos ha dicho que hubiera sido más barato dejarlo ir y que hubiera sido más fácil limpiarlo en la playa”. A pesar de ello, el director de Carnaval dejó claro que “no nos pesa nuestra decisión, volveríamos a hacerlo, a pesar de la situación de bloqueo que estamos viviendo”.

En la cita con los medios, los responsables de los astilleros sanroqueños explicaron que en este incidente existen cuatro partes actuantes. Por un lado está el propio astillero, el buque con su capitán a bordo, los prácticos que dirigen la maniobra y los remolcadores que la facilitan. “Queremos sentarnos con todos y que cada uno ponga un 25 por ciento de los gastos para salir de este atolladero económico”, destacó Piedra, quien resaltó que “ahora nadie quiere responsabilizarse del dinero que ya ha gastado el astillero”.

Declaró que tanto la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras como Capitanía Marítima habían intentado sentar a prácticos y remolcadores para negociar, “pero tampoco lo han conseguido. Estos señores no dan la cara”.
El seguro del barco entiende que los responsables del accidente no fueron ni el astillero ni el buque, pero no comprende el motivo por el que prácticos y remolcadores no están en la mesa, “siendo los que desde el día siguiente al accidente siguen trabajando con normalidad, mientras nosotros estamos paralizados y perdiendo trabajo y el buque dentro del dique y sin reparar”.

Defensas
Acompañando las imágenes de un ilustrativo video grabado por las cámaras de seguridad del astillero en la jornada del accidente, ofreció su explicación de los hechos el comisario de averías Rogelio Garcez, quien además tiene experiencia como práctico.

El comisario informó que en las imágenes podía comprobarse cómo el remolcador de proa estaba trabajando y el de popa no, por lo que el buque portacontenedores, de 400 metros de longitud por 50 de eslora, no estaba enfilado y estaba girando al revés.

La grabación expone claramente que el Shenzhen en la maniobra de entrada y con casi medio barco dentro del astillero se escoró de babor hasta colisionar con la entrada del dique.

A criterio de Garcez el práctico no tenía visibilidad desde el puente del buque y para esta operación y dada la magnitud del barco, habrían sido necesarios al menos dos prácticos más ubicados a los costados.

En el informe presentado por prácticos y remolcadores se especifica que el impacto se produjo entre el costado de babor del buque y las defensas de entrada del dique, siendo un grillete lo que provocó la hendidura que dejó escapar el vertido de fuel. Las imágenes mostradas ayer por Cernaval “desmontan esta teoría”, señalaron fuentes del astillero, “ya que el grillete en cuestión no está afectado, se encontraba más bajo que la hendidura y se aprecia perfectamente el efecto de la colisión con el borde de hormigón del dique, que de descarnó hasta la gavilla”.

A criterio de Cernaval, el práctico no dio órdenes de empujar a los remolcadores de babor. “No queremos culpar a nadie”, declaró Manuel Piedra, “pero sí pedimos que se responsabilicen”.

Caja Negra
Al día siguiente del accidente en el astillero, se sacó la caja negra del buque, que registró todas las conversaciones del puente de mando, y el armador la trasladó a Alemania. De momento nadie ha tenido acceso a sus registros, ni autoridades ni astillero. También el capitán se marchó al día siguiente del incidente.

Los empleados protestan ante la previsión de futuro
Más de un centenar de trabajadores de los astilleros de Cernaval se concentraron esta mañana por segunda vez ante las instalaciones para pedir a las administraciones que intervengan para la conservación de sus puestos de trabajo.

Los empleados recordaron que ya se han producido 30 despidos tras el vertido del MSC Shenzhen y que de continuar la situación toda la plantilla corre peligro. De hecho en días pasados el directivo de Cernaval, Manuel Piedra, habló de un reducción laboral que podría alcanzar al 95 por ciento de la plantilla si no se consigue salir de la situación de bloqueo que actualmente viven las instalaciones.

Uno de los trabajadores afectados, Jorge Gázquez, informó ayer durante la protesta que los buques que iban a ser objeto de reparaciones en Cernaval se estaban desviando a los astilleros de Cammel Laird en Gibraltar.

Según los trabajadores, las administraciones públicas deberían interceder “para que se concedan las autorizaciones oportunas para que vuelvan a entrar los barcos”.

“Nosotros hemos salvado la Bahía y ahora queremos soluciones”, recalcaron, uniendo sus voces pidiendo “señores pónganse de acuerdo” y “el astillero no se cierra, no más despidos”.

Los trabajadores han anunciado movilizaciones en Algeciras y en La Línea de la Concepción si no reciben una solución a su problema. El próximo lunes tienen prevista una movilización más intensa junto a la rotonda del hotel Recamar, en la entrada de La Línea.

Esta movilización estaba prevista para esta semana pero necesitaban las autorizaciones oportunas para llevarla a cabo. Finalmente y tras interceder el propio alcalde de San Roque, Fernando Palma, quien pidió a los trabajadores que hicieran las cosas de la forma correcta, los empleados decidieron esperar a las autorizaciones. Ya las tienen en su poder y a pesar de ello han decidido dar unos días a las autoridades para ver si se ofrece una solución a la situación del astillero.

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