La Delegación municipal de Urbanismo dará cuenta a la Junta de Andalucía, como administración competente en materia de edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), de la intervención realizada en el día de ayer por parte del servicio de Disciplina Urbanística, en colaboración con Policía Local y efectivos de Bomberos, ante la caída de una de las gárgolas de la iglesia de San Dionisio, al objeto de que ordene las medidas que considere necesarias a la propiedad del inmueble para que proceda a su reposición.
Según el informe de la inspección técnica de Urbanismo, el desplome de una de las dos gárgolas situada en la fachada del templo que da a la calle Conde Cañete de Pinar se produjo sobre las dos de la tarde, y como primera actuación se procedió al vallado de la zona de vía pública situada bajo la segunda gárgola de la iglesia, que según la valoración realizada en el momento de los hechos, “se ve estable”, si bien se han colocado vallas en la vertical de la misma como medida de precaución.
Asimismo, se informa de que la gárgola desprendida “no estaba completa, y sólo se conservaba la mitad”, rompiéndose en su totalidad a causa del desprendimiento.
Al tratarse de un elemento integrante de un edificio BIC, sus restos han sido puestos a recaudo por parte del área de Infraestructuras.
El vallado, que no afecta al tráfico rodado, se mantendrá hasta que la propiedad proceda a la instalación de una malla que proteja la gárgola restante, siempre como medida preventiva.
Desde la parroquia de San Dionisio se recuerda que la gárgola que se desprendió ayer ya fue restaurada conjuntamente con las demás en 2017, hace apenas tres años.
El coste de esos y otros trabajos acometidos entonces los asumió la propia parroquia gracias a aportaciones de los fieles y de algunas entidades privadas, pero sin colaboración de las administraciones públicas.