Cuatro agentes de la Guardia Civil de la sección marítima de Algeciras fueron detenidos en la tarde de ayer por agentes de la Policía Real de Gibraltar (RGP) tras una persecución que acabó con la embarcación de la Benemérita y la perseguida cruzando las aguas del Puerto del Peñón y alcanzado tierra.

Fuentes de la Policía gibraltareña confirmaron a EL FARO que sobre las 20.00 horas, una lancha de la Guardia Civil que se encontraba persiguiendo a una embarcación sospechosa, entró en aguas del Puerto y desembarcó en el Peñón. La otra embarcación estaba ocupada por dos súbditos españoles que también fueron detenidos por la RGP.

El portavoz policial de Gibraltar informó asimismo que se había abierto una investigación de cara a recabar todos los datos que habían rodeado esta situación, asegurando que ayer noche se estaba entrevistando a testigos de los hechos para esclarecer las circunstancias e interrogando a los propios detenidos para conocer las versiones.

Las investigaciones de la RGP establecieron que la Guardia Civil “se confundió al entrar en las aguas territoriales de Gibraltar durante una persecución caliente y se han disculpado por su acción”. Los cuatro agentes fueron puestos en libertad pocas horas después pendientes de más investigaciones y fueron entregados a la custodia de la Guardia Civil de Algeciras. La RGP incautó la embarcación y las armas de los cuatro agentes.

Los otros dos españoles detenidos seguían siendo investigados ayer noche por presunto delito de importación de una embarcación semirrígida, lancha que está prohibida en el Peñón.

Aunque había datos sin confirmar al cierre de esta edición, sí corrieron rumores de tiroteos entre las embarcaciones de la Guardia Civil y la perseguida, en la que viajaban los dos españoles.

Por otra parte también se habló de una patrulla de la Guardia Civil que detectó a una lancha en los alrededores de un buque mercante de bandera americana. Existe un protocolo antiterrorista ante este tipo de buque y la embarcación de la Benemérita se acercó con precaución. La lancha al detectar que estaba siendo vigilada, emprendió la huida, lo que apunta a que más que una amenaza terrorista se trataba de una maniobra empleada para ocultarse.

Rubalcaba pide disculpas por una “acción incorrecta”
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo en la noche de ayer una conversación con el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, que aceptó las excusas del ministro español, quien se disculpó por la “actuación incorrecta” de los guardias civiles y le aseguró que ésta “no tenía intencionalidad política ni de otro tipo”.

Según trascendió el ministro del Interior español admitió ante su colega gibraltareño que los guardias civiles se habían excedido durante una persecución a una lancha sospechosa al penetrar en aguas cuya jurisdicción reclaman las autoridades del Peñón.

De la Encina aboga por solucionar el tema con diálogo
ras conocerse la liberación de los cuatro guardias civiles, el diputado socialista Salvador de la Encina, destacó que lo importante era “que se había aclarado el tema y los agentes ya estaban en España”.

De la Encina matizó que “ojalá podamos solucionar cualquier problema que surja con Gibraltar a través del diálogo”. Aseguró que en un momento en el que tema de Gibraltar se está tratando con el “máximo esmero”, una situación de estas características es “indeseable”.

Por su parte el diputado nacional del PP, José Ignacio Landaluce, calificó esta actuación como “una imperdonable agresión a España”, y recordó que el Partido Popular había advertido que Gibraltar “buscaría cualquier excusa para hacer valer su pretensión soberanista sobre las aguas que rodean el Peñón, pero retener a agentes del orden público españoles ha sobrepasado cualquier límite imaginable”.

Landaluce pidió al Gobierno español que convocase de forma urgente al embajador británico en España para que “aclare el incidente y pida disculpas por este hecho, que debería significar un antes y un después en las relaciones entre nuestro país y el Reino Unido”.

El diputado pidió al Gobierno de España contundencia ante el Reino Unido y la toma inmediata de medidas para hacer valer el derecho que asiste a nuestro país sobre las aguas que rodean la roca.