Después de cinco años de Foro de Diálogo tripartito anoche España como Gibraltar volvieron a demostrar que están aun lejos de la convivencia ideal. Tanto uno como otro demostraron anoche a la comunidad internacional que el Foro de Diálogo ha suspendido terriblemente en su principal y básico objetivo: el entendimiento y la convivencia entre las propias instituciones. El pueblo de ambos lados se lleva muchísimo mejor que los políticos.
Ante la intransigencia previa de unos y otros, España finalmente volvió ayer a dar el paso hacia atrás y antes que crear un conflicto diplomático mayor el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, presentó disculpas por la “actuación incorrecta” de los agentes al gobierno del Peñón y logró la liberación inmediata de los detenidos. Algunos acusarán hoy a Rubalcaba de realizar la enésima concesión a Peter Caruana y le pedirán su dimisión; el político gibraltareño, azuzado por su oposición y con un ego demasiado grande, es uno de los principales causantes de esta escalada de tensión ya que su irresponsabilidad es tan manifiesta como su arrogancia.
Si el Foro de Diálogo quiere seguir vivo y España y Gibraltar quieren lograr una convivencia y una relación de colaboración real deben enterrar ya de una vez esa absurda hacha de guerra; sobre todo por parte de su políticos a los que les gusta jugar demasiado a las batallitas.