Desde Fadeco Contratistas se han dado a conocer recientemente las cifras de licitación de obra pública en Andalucía durante 2014. Tal y como indican los datos, en nuestra región la licitación ha experimentado un crecimiento muy superior al registrado a nivel nacional, que en su mayor parte obedece a la capacidad inversora del Ministerio de Fomento, así como al importante esfuerzo realizado por los Ayuntamientos y las Diputaciones Provinciales, que han duplicado las cifras de licitación de 2013.


No obstante, este crecimiento de la licitación en Andalucía ha sido muy desigual en cuanto a su distribución por provincias, y no todas se han visto favorecidas en términos de creación de empleo y dinamización de la actividad.


Aunque este claro incremento de las inversiones rompe con la tendencia negativa de ajustes y recortes que se venían produciendo desde el año 2011, la situación sigue siendo compleja debido al abultado déficit público, el elevado nivel de endeudamiento, o las dificultades de acceso  a  la  financiación; factores que suponen un lastre que limitan la recuperación, por lo que no cabe considerar que la crisis se haya superado.


Es una realidad que Andalucía ha superado los déficits históricos que arrastraba en términos de vertebración y cohesión territorial, de dotaciones y equipamientos, que reducían su potencial de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, no es menos cierto que todavía perviven importantes carencias en infraestructuras asociadas con la mejora de la movilidad, la accesibilidad, la sostenibilidad medioambiental, la intermodalidad en el transporte, o la conservación y mantenimiento de las infraestructuras.


En este sentido, sería deseable que el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía abandone la estrategia de los agravios para justificar su ineficiencia, y a las pruebas me remito. Después de acogerse a los distintos mecanismos financieros puestos en marcha por el Gobierno Central para pagar las facturas pendientes al conjunto de sus proveedores, incluidas las empresas de construcción,   lo cierto y verdad es que la deuda sigue sin regularizarse y los plazos de pago, lejos de reducirse,  se incrementan.


Esta morosidad de la Junta de Andalucía, entre otros efectos, resta competitividad a las empresas, a la par que dificulta de manera importante el necesario y obligado proceso para su reestructuración y recapitalización.


Además, esta situación revela un deficiente grado de ejecución presupuestaria, bien por una voluntad poco decidida para ajustar el gasto corriente improductivo, bien por unas previsiones de ingresos poco realistas, que de no corregirse puede constituir un serio hándicap para lograr que la incipiente recuperación  que anticipan algunos indicadores sea una realidad perceptible por las empresas, y por un sector huérfano de gestos que muestren la adecuada correspondencia entre los “mensajes” y la realidad.


Fadeco Contratistas siempre ha sido un colaborador leal de la Junta de Andalucía, y lo va a seguir siendo. En este sentido, me remito al compromiso que adquirimos durante el proceso para la elaboración del Plan Integral para la Construcción y Rehabilitación Sostenible, o las  importantes aportaciones realizadas recientemente al Borrador del Anteproyecto de la nueva Ley de Contratos del Sector Público, orientadas a corregir disfunciones no queridas y no deseadas en los procesos de contratación, y a evitar que los órganos de contratación admitan unas ofertas anómalas, por desproporcionadas, que en la práctica menoscaban el principio de libre competencia.
La organización empresarial que presido es consciente de las dificultades para reorientar la actividad del sector, que representa una reconversión en toda regla. Por ello no caben interrupciones ni tiempos muertos.