Formamos parte de un ciclo natural en el que diversos factores como la tierra, los alimentos, la sociedad, la cocina, la tecnología y un determinado estilo de vida son cimientos a través de los cuales es posible conquistar el bienestar y la salud. La ecuación es sencilla, pero los mecanismos que regulan los factores son delicados, requieren conocimiento para que el ciclo se desarrolle de una forma proporcionada y atinada.
Así, observando los cambios alimentarios que se han producido en las últimas décadas, compruebo que aumenta el consumo de comidas rápidas, que es mayor la presencia de cadenas de restaurantes, y de los alimentos preelaborados. Que a los niños les gustan más las pizzas industriales que las caseras, que la gente ha olvidado la temporada original de los productos naturales y que nadie se acuerda ya de cuando se recogen las manzanas. SmartFood nace como una respuesta crítica ante estos hechos perjudiciales, y frente a los cuales es preciso tomar una actitud, la única razonable: decir NO a esos cambios que nos llevan a destruir las posibilidades de una vida saludable.
SmartFood es una reflexión sobre el funcionamiento de este ciclo, explicando que se pueden seleccionar adecuadamente las variantes para que el final se consiga un óptimo estado de salud, presentando fórmulas para mejorar la vida. SmartFood enseña cómo seleccionar bien los mercados en donde adquirir productos que van a terminar formando parte de nosotros mismos, haciendo verdad la frase de Brillat-Savarín “Somos lo que comemos”. Para ello es clave seleccionar productos de proximidad, acercarse a los mercados con otros ojos, buscando alimentos de verdad. Todo es susceptible de una revisión profunda en la que es fundamental acertar con el abastecimiento.
El siguiente escalón para alcanzar una forma inteligente de alimentarse es cocinar. Sí, ya sé que no es una revolución ¿O sí lo es? Hemos olvidado cómo elaborar los platos de siempre o hacer una compra inteligente, cómo sustituir los productos preelaborados por unos deliciosos platos caseros. SmartFood sugiere algunos hábitos para organizarse en esta nueva vida, poniendo siempre a la tecnología de nuestra parte.
Cuidarse, entonces, es solamente una cuestión de actitud cuya clave es volver a comer de forma inteligente, cultivar una forma de mirar la mesa y la cocina con otros ojos. Cuidarse sin perjudicar el entorno, conocer la pirámide alimentaria y poner en práctica ese estilo de vida: buenos productos bien tratados desde la tierra.
Y tener en cuenta que el poder curativo y nutritivo de los alimentos puede perderse si no estamos atentos a su temporada natural, cuando están en plenitud. Sabemos que ciertos productos como el AOVE, los vegetales y frutas, las legumbres, el pescado, los frutos secos y las semillas… aportan una gran cantidad de beneficios.
SmartFood da un paso más y explica cómo seleccionar entre ellos los mejores, adaptándolos además a las variables personales: edad, sexo y circunstancias. Y con este conocimiento de los ritmos, de las cantidades, de las combinaciones, SmartFood anima a que la cocina tradicional se vuelva a valorar positivamente.
Para ello propone combinar las elaboraciones que tanto han hecho por nuestra salud a lo largo de siglos con el apoyo de la tecnología bien entendida y sin olvidar los principios de la sobria, variada, saludable y sabrosa dieta del Mediterráneo.
La propuesta de SmartFood es tener en cuenta la calidad, temporada y procedencia de los alimentos para incluirlos en la pirámide alimentaria, lo que se hace tan necesario como la inclusión del agua de calidad o del sueño, la forma natural de regeneración.
Y es que cuando se olvida lo que hay que hacer para cuidarse, cuando parece que no hay tiempo, cuando todo son exigencias y hay pocas facilidades… hay que pararse a pensar qué estamos haciendo mal, porque algo está pasando, y algo que nos afecta: es lo que propone SmartFood, una forma inteligente de comer mirando al futuro, cimentando una vida mejor.
