Cuatro alumnas de la Universidad de Málaga (UMA) que participan en proyectos de cooperación internacional en las Islas Galápagos (Ecuador) han logrado sobrevivir al naufragio de la embarcación en la que viajaban junto a una treintena de personas, cuatro de las cuales han fallecido.
Las jóvenes Ana, Yaiza, Marina y Estefanía, de entre 22 y 26 años, realizaban el pasado domingo una travesía entre las islas Isabela y Santa Cruz, de unas dos horas y media de duración, cuando la lancha comenzó a anegarse y se hundió a una milla de la costa, en plena noche, con frío y mala mar.
Las estudiantes, que se lanzaron al agua cuando el mar ya se tragaba la embarcación, lograron nadar hasta otra lancha que había en la zona y ayudaron a rescatar a parte del pasaje, según ha explicado a EFE el profesor de la UMA Enrique Viguera, que coordina uno de los proyectos en los que participan las jóvenes.
"Estamos muy orgullosos de su actitud. A las cooperantes se les pide actitud científica y que sean capaces de trabajar en equipo, de colaborar, generosidad... y lo han demostrado con creces", ha subrayado Viguera.
Estefanía, Marina y Yaiza, biólogas, y Ana, bioquímica, son estudiantes de posgrado de la UMA y realizan desde agosto una beca de cooperación internacional en las Galápagos vinculada a dos proyectos diferentes: uno, el que dirige el profesor Viguera, tiene el objetivo de identificar por técnicas moleculares las especies invasoras que suponen un riesgo para la alimentación, flora y fauna autóctonas, y otro está orientado a la conservación de la vegetación de las islas.
Pese a la trágica experiencia que les ha tocado vivir, las jóvenes tienen intención de quedarse allí y finalizar su voluntariado en octubre, como estaba previsto.
El pasado domingo, las amigas cogieron una lancha de cabotaje en la isla Isabela para dirigirse a Santa Cruz, que es donde se hospedan. Según relata Viguera, la embarcación tuvo problemas para zarpar debido a un fallo de motor, pero finalmente lo hizo una hora y media más tarde. En mitad de la travesía, la barca se quedó sin gasolina y quedó a la deriva frente a las costas de Tortuga Bay. Hasta allí se acercó otra barca para suministrarles combustible y la lancha volvió a navegar durante aproximadamente media hora, aunque el motor volvió a dar problemas.
Las jóvenes viajaban en la parte superior de la embarcación cuando se dieron cuenta de que el agua comenzaba a inundar la parte inferior. De seguida la barca comenzó a hundirse y Estefanía, Marina, Yaiza y Ana se dirigieron a proa, desde donde saltaron al mar. En plena oscuridad, las jóvenes nadaron hacia el barco que les había llevado gasolina, que había dado media vuelta al percatarse del naufragio.
Estefanía, que es deportista, no dudó en volver a lanzarse al agua para rescatar junto a otros dos marineros a otras personas, entre ellas algunos niños. "Estefanía juega a fútbol y es una líder. Es en situaciones difíciles como ésta donde se demuestra el liderazgo", remarca Enrique Viguera.
A él le llamaron los responsables del proyecto la madrugada del lunes para contarle lo sucedido y pudo hablar después con las jóvenes, que tras salir del hospital le explicaron que se encontraban bien y que querían continuar trabajando en las Galápagos. Eso sí, sin coger más barcos.
Los fallecidos en el naufragio son dos turistas ecuatorianos, un colombiano y un estadounidense-israelí, aunque también hay dos desaparecidos, según ha informado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador.
En la embarcación, llamada Angy, iban 18 turistas, entre nacionales y extranjeros, así como residentes de Galápagos y dos tripulantes. Entre los turistas extranjeros había españoles, estadounidenses, israelíes, suizos y alemanes.