En los seis primeros meses del año ya se han producido 60 agresiones en el distrito Málaga-Guadalhorce al personal sanitario y no sanitario, seis de ellas físicas. A la lista se suma la que se produjo el pasado viernes en el centro de salud de Portada Alta.
No puede ser tan fácil ni tan barato agredir y amenazar de muerte a un médicoUna mujer agredió verbalmente a la facultativa que le estaba atendiendo. La paciente insultó, amenazó de muerte y le dijo a la médica “te voy a coger en la calle”, ha denunciado Antonio Martín, presidente del Sindicato Médico de Málaga (SMM) en una concentración esta mañana a las puertas del centro donde ocurrió todo.
Sin seguridad en el recinto, tuvo que intervenir la policía. La paciente también se enfrentó a los agentes y los amenazó. Por todo ello, acabó detenida y pasó la noche en el calabozo de comisaría. El juicio rápido está previsto para el próximo 9 de noviembre, tras ser aplazado este pasado sábado por problemas informáticos en la sede judicial. Lo más grave es que esta mujer tiene “antecedentes”, ya es conocida por protagonizar otros casos de violencia en este y otros centros de salud de la capital.
Medidas “reales” y “no solo sobre el papel” es lo que ha pedido Martín durante la protesta, para que en los centro de salud haya “vigilancia”. Desde el SMM no entienden “que no se haya hecho aún un presupuesto para cubrir la seguridad y prevenir estos actos”. Esta reclamación es para las administraciones, aunque también se ha dirigido a la sociedad: “No podemos agredir a ningún sanitario que está para ayudar y resolver nuestros problemas. Es una vergüenza que estás cosas ocurran de manera tan repetida”.
La inseguridad está pasando factura a la salud del personal. Tal y como ha contado Pedro Navarro, presidente del Colegio de Médicos, se están dando “muchos casos de profesionales con tratamientos psicológicos por el miedo a enfrentarse a los pacientes por el aumento de la presión asistencial”. Al médico hay que “respetarlo” y “no puede ir a su puesto de trabajo con miedo e intimidado” insiste Navarro, a la vez que recuerda a la población que “no se puede achacar los problemas en los teléfonos o las listas de espera” al personal.
A la solicitud de seguridad y respeto, el presidente ha añadido la petición de “condenas más contundentes”, asegura que a nivel judicial “no puede ser tan fácil ni tan barato agredir y amenazar de muerte” a un trabajador de la sanidad. La situación que están viviendo “muchos compañeros es kafkiana”, tienen que “ir mirando hacia atrás cuando salen del turno por si hay alguien esperándolos”.
Por su parte, Félix Sáenz, responsable de Atención Primaria del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO, ha lamentado que estos hechos se están “repitiendo de sistemáticamente y con el inicio de la pandemia aumentó exponencialmente”. Sáenz se ha sumado a las peticiones, la Atención Primaria “necesita una profunda reforma que no está cumpliendo” y que pasa por que el SAS “debe cumplir los protocolos que se pactaron en cuanto a agresiones, debe liderar esta cuestión y dejar la Atención Primaria abierta al usuario”. A su parecer, el aumento de esta violencia “injustificable” se debe, en gran parte, a que “no se den citas y a que las listas de espera estén yendo a más de diez o doce días”.
