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Málaga

El 86% del profesorado malagueño vive “desgaste emocional” y CSIF exige mejoras

La mayoría de los docentes se sienten "quemados mentalmente" por temas como la burocracia, las elevadas ratios o la necesidad de reforzar la plantilla

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  • Francisco González, responsable de Educación del sindicato en Málaga. -

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que el exceso de burocracia y las ratios elevadas son los principales motivos de estrés mental del profesorado malagueño. El 86% de los encuestados para el estudio reconocen tener o haber tenido “desgaste emocional” en su vida profesional debido a varios motivos que les limitan.

Por ejemplo, un 80% de los docentes encuestados indica que el exceso de burocracia es la principal causa y un 60% señalan que las elevadas ratios de alumnos a los que dan clase cada día es otra causa de fuerza mayor.

Así lo ha puesto de manifiesto el sindicato en una rueda de prensa que se ha encargado de complementar Francisco González, responsable del sector de Educación del CSIF en Málaga, en una entrevista para el informativo de 7TV Málaga. Como defiende González, muchos de los profesionales de la educación pública en la provincia defienden que su “profesionalidad, entrega y compromiso” no se está viendo correspondido por parte de la Administración, que “desoye las necesidades”.


Según los datos extraídos del análisis, “la mayoría de los docentes se ven afectados por el síndrome burnout”, sintiéndose quemados mentalmente. “Este es el primer motivo por el que los docentes acuden al servicio especializado de CSIF Ayuda Profes”, ha señalado González, que ahonda en la importancia de atender la salud emocional del profesorado, ya que “más de la mitad de los casos que atendemos son debidos a dicho síndrome”.

El 85% del profesorado encuestado en Málaga considera necesario más estabilidad en materia legislativa, ya que “en los últimos 25 años se han sucedido hasta seis leyes orgánicas de Educación".

Respecto a ese 80% de los docentes señala al exceso de burocracia, el CSIF defiende que las horas que estos profesionales dedican al “papeleo superfluo” se podrían traducir en efectivos necesarios para apoyos y desdobles. Del mismo modo, los docentes, cuando son abordados sobre la influencia que puede tener el número de alumnos que haya en cada clase para poder impartir sus lecciones de manera efectiva, son contundentes: el 100% afirma que los grupos menos numerosos favorecen una mejor atención educativa.

El responsable de CSIF pide una bajada de ratio en todos los niveles educativos en cinco alumnos de media por aula y un 20% menos cuando haya alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE). También exigen que las ratios máximas no superen los 15 alumnos para niños de tres años y de 20 alumnos para cuatro y cinco años y en Primaria.

Conflictividad y falta de estabilidad

La conflictividad en las aulas también repercute negativamente en la salud del profesorado. El 53% lo piensa así. CSIF denuncia que las situaciones de conflictividad “deterioran la convivencia escolar”, tanto las conductas que se ejercen entre iguales y hacia el propio profesorado, como el acoso escolar. El sindicato considera que toda medida a este respecto debe contar con acompañamiento económico y un refuerzo de personal o la contratación de personal docente, sanitario, educadores sociales y asistentes sociales.

Por otra parte, el análisis de CSIF refleja el desacuerdo por la “inestabilidad del sistema”, debido a los continuos cambios de leyes educativas. González apunta que “en los últimos 25 años se han sucedido hasta seis leyes orgánicas de Educación, una inestabilidad legislativa que da lugar a un continuo cambio de la normativa a la que el profesorado atenerse a la hora de elaborar programaciones didácticas y sistemas de evaluación”.

El 85% del profesorado encuestado en Málaga considera necesario que se dejen de vaivenes y “no haya 50 leyes”, como ironiza González, sino más bien una estabilidad lograda con un pacto de Estado porque los docentes “no saben ya ni qué evaluar”.

En último lugar, CSIF indica que hay un déficit de personal de alrededor de 2.500 profesionales en la actualidad. “Para mejorar la docencia y la calidad de la educación pública es esencial una apuesta real” que implique una ampliación de las plantillas docentes y atender las necesidades del alumnado, analizó González.

“El docente malagueño tiene un hartazgo importante porque recae el peso en ellos. Quieren estabilidad emocional y en lo legislativo”, resume. La profesión está mejor valorada tras la pandemia, pero como defiende CSIF, “siempre hay posibilidad de mejora”.

 

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