Vicente Serrano “
no recuerda prácticamente nada” del
paro cardiaco que sufrió. Según la “reconstrucción de los hechos”, estaba jugando al tenis y
al acabar la partida “me desplomé”. Su
compañero de cancha le salvó la vida, al que “nunca agradecerá lo suficiente” que aguantase
25 minutos haciéndole una reanimación cardiopulmonar. Vicente estuvo intubado en la UCI y logró recuperarse: “
En condiciones normales (sin la RCP) habría fallecido”.
“Hay que luchar por la vida”, deja como mensaje Vicente, quien cree que enseñar RCP desde edades tempranas es “una buena forma de luchar, porque nos puede pasar a cualquiera y
tenemos que estar preparados para ayudar si alguien lo necesita”.
Una
experiencia similar vivió Ramón Mora. Lo que iba a ser una
tarde de copas junto a su mujer y amigos
se truncó cuando se desplomó antes de entrar al bar.
“En la puerta, sin ningún aviso ni nada, me desplomé al suelo con un paro cardiaco”, cuenta este hombre que da las gracias por tenar la “suerte” de que
un matrimonio que paseaba por la zona “tuviera algunas nociones de RCP”. Corrieron en su ayuda y estuvieron “
más de 16 minutos,
mi corazón estaba latiendo gracias a sus manos”.
La
RCP se complementó con uno de los desfibriladores repartidos por la ciudad dentro del programa ‘Málaga Cardioprotegida’. “Cogieron el desfibrilador que había en el tótem de la plaza del Obispo y
fue “lo que me dio el chispazo”. Ramón recuerda que “
volvió a la vida” y “vi la luz del techo de la ambulancia, fue la única que vi”, dice entre risas.
Apoyando las palabras de Vicente, también
pide que desde la Consejería de Educación se organicen talleres para que
se enseñe esta técnica en los colegios, porque “yo puedo decir que
dos manos salvan una vida”: “Si me llega a pasar en mi casa
no estaría aquí, porque me hubiera pasado con mi mujer y no en la calle con personas que sabían hacer una RCP”.
La parada cardiaca extrahospitalaria es un “
grave problema de salud pública”, alerta María Antonia Estecha, jefa del servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos, al que hay que
hacer frente con más formación.
En España se estima que anualmente
se producen 52.300 paradas cardiacas, 30.000 (57 por ciento) en la calle, lejos de personal sanitario, y 22.300 en los hospitales. Tan solo entre el
cinco y el diez por ciento se recuperan si se producen fuera del entorno hospitalario. Se estima que de las 30.000 paradas cardiacas anuales en la calle o fuera de centros sanitarios, algo más de 4.000 consiguen la recuperación de la circulación espontánea y llegan vivos al hospital.
Ángel García Alcántara, coordinador del proyecto ‘Málaga cardioprotegida’ y médico jubilado, hace hincapié en que “con las
manos salvamos vidas y podemos salvar
muchas más si tenemos un desfibrilador”. En Málaga existe una
red “importante” de desfibriladores que se puede consultar en
desfibriladores.malaga.eu.
Este lunes el Hospital Clínico de la capital ha realizado
talleres gratuitos por el Día Mundial de la Parada Cardiaca. Del mismo modo, Paloma Rosado, presidenta de Expaumi, ha puntualizado que desde la asociación realizan cursos en los once distritos de la ciudad y
todos los sábados de final de mes un taller en el salón de actos del hospital.
Cómo realizar una RCP
- COMPRUEBA
Confirma que es seguro acercarte.
Comprueba si la víctima responde.
Inclina la cabeza hacia atrás, eleva el mentón y comprueba la respiración.
Si no respira o no lo hace con normalidad, es necesario hacer RCP.
- LLAMA
Llama al 112 y sigue sus instrucciones.
Si hay alguien que pueda ayudarte, pídele que llame al 112, y pide que traiga un DEA.
Las compresiones torácicas son lo más importante para la supervivencia. No retrases ni interrumpas las compresiones torácicas .
- COMPRIME
Coloca ambas manos sobre el centro del pecho
Comprime el pecho entre 5 y 6 cm, 100-120 veces por minuto al ritmo del “Stayin ́Alive”.
Si sabes cómo hacerlo, administra 2 ventilaciones de rescate cada 30 compresiones, si no comprime el pecho de forma continúa.
Comprime fuerte y rápido No te preocupes, no puedes hacerle daño.
Cuando llegue el DEA, enciéndelo inmediatamente y sigue las instrucciones.
Cuando llegue el Servicio de Emergencias, continúa hasta que te digan que pares.