La Universidad de Málaga ha lanzado un
Plan Integral de Sostenibilidad en colaboración con entidades como el Instituto Andaluz de Domótica y Eficiencia Energética y el 'Smart Decision Lab' de la UMA, con el objetivo de fomentar el uso
sostenible del agua y la eficiencia energética. El Vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad, Salvador Merino, subrayó la ambición de convertir el campus en un lugar 100% sostenible, anunciando medidas como el uso de agua reciclada en el riego y la introducción de sistemas para recolectar y reutilizar el agua de lluvia.
En el ámbito energético, la meta es
convertir el campus en neutro en energía, produciendo al menos tanto como consume. Se prevé generar alrededor de 12 megavatios, principalmente mediante paneles solares. Además, se presentó el Proyecto ‘EnergySave@UMA’, liderado por el laboratorio 'Smart Decision Lab', que utiliza la Economía del Comportamiento para modificar los patrones de consumo energético en la comunidad universitaria, con el objetivo inicial de reducir el consumo en un 15%.
Actualmente, como ha reconocido el propio
Salvador Merino, el consumo energético le
cuesta a la UMA unos nueve millones de euros anuales. El objetivo de esta iniciativa es reducir este consumo mediante la inversión en una infraestructura que logre, en última instancia, la autosostenibilidad.
"Gestos tan simples como
apagar la luz, el ordenador o el cañón cada vez que uno sale de la clase, termina siendo diferencial", señalaba Francisco Javier Paniagua, vicerrector de Comunicación, Gabinete y Proyección Universitaria. También han dado otros ejemplos, como "
usar menos el ascensor" o "utilizar el termostato solo cuando sea necesario".
Calificación energética
El
Smart Decision Lab ha analizado detalladamente el consumo eléctrico de cada centro universitario para establecer un
sistema de calificación de hábitos energéticos y definir objetivos de reducción del consumo. Se implementará una campaña de comunicación y sensibilización, dirigida tanto a
responsables de centros como a estudiantes, que incluirá reuniones, participación en Consejos de Estudiantes y acciones en redes sociales. También se ofrecerán actividades formativas y se realizarán encuestas para evaluar el impacto de las medidas.
El éxito de este plan no solo beneficiará a la comunidad universitaria en términos de eficiencia energética, sino que también
permitirá aumentar la inversión en la rehabilitación energética de los centros, promoviendo un entorno más sostenible en la Universidad de Málaga. En resumen, la Universidad de Málaga se compromete a avanzar hacia la sostenibilidad mediante acciones concretas en el uso del agua, la generación y eficiencia energética, y la modificación de hábitos de consumo, respaldadas por un enfoque integral que abarca desde la infraestructura hasta la sensibilización comunitaria.