El futuro de
Sergio Pellicer, de la plantilla del
Málaga CF y del propio club pasa en buena medida por lo que ocurra este sábado desde las 19.30 horas en el estadio de La Rosaleda.
Los blanquiazules dependen de sí mismos para
estar en la final del play-off de ascenso a Segunda División tras empatar a dos contra el Celta Fortuna en el partido de ida. Cabe recordar que el empate, una vez finalizada una hipotética prórroga, clasificaría automáticamente a los andaluces.
El entrenador de Nules ha atendido a los medios de comunicación en la previa de este duelo capital: "Es una final.
Veo a los chicos como a la afición, preparados, focalizados en la trascendencia del partido, en vivir algo único, va a estar repleta la Rosaleda, con la idea muy clara de como debemos afrontar el partido, en Balaídos se vieron dos equipos que supieron jugar con sus armas y salvo la última jugada supimos reaccionar y esto ya es un máster".
"A estas alturas de la temporada hace once meses empezamos a entrenar con los chavales,
toda esa carga con lo que viene por delante es una ilusión tremenda, tenemos una oportunidad histórica delante de nuestra gente y el trabajo de todo el año depende de un partido", prosiguió Pellicer, el cual apuntó que "las bajas son las que están" y que "Roberto hoy ha hecho algo y creo que todos van a estar disponibles".
Sin titubeos
Si algo se le ha criticado al míster durante este año, es la falta de ambición en determinados momentos de la temporada. Algo que no ve viable el sábado: "
Hay que ir a por el partido, no podemos especular, hay que saber gestionar los distintos momentos y tenemos una buena prueba de lo que ocurrió allí, en ciertas situaciones que en las que recibimos un gol y después supimos reaccionar. Tenemos que darle tranquilidad a los chicos, que lo disfruten".
Tiene claro que
el filial vigués "no va a cambiar" su estructura y la forma de jugar. Señala que "a partir de ahí tenemos varios planes de situación y el perfil de jugadores que eso cambia según el perfil del equipo".
Así finalizó la comparecencia de un entrenador que asegura que
tienen "el bicho dentro" y están ilusionados por darle una alegría -parcial- a su afición.