El Málaga desperdició una renta de 3-0 ante Osasuna, que empató en la segunda parte, en la que el equipo malaguista mostró nuevamente sus carencias, la falta de concentración y de calidad, lo que sitúa al conjunto pamplonés como favorito para pasar la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Los dos equipos, con mucho respeto, no se hicieron daño en los primeros minutos. Mucho control de balón por parte de los malaguistas, lo que llevó a Osasuna a realizar diversas entradas duras, por lo que Loé y Onwu vieron sendas cartulinas amarillas.
El conjunto osasunista no pasaba peligro y en algunas ocasiones desarrollaba su velocidad por las bandas para crear incertidumbre en el área del Málaga, que intentaba abrir el marcador con alguna acción de estrategia y algún lanzamiento desde la distancia, pero tímido.
El encuentro no mejoró en ningún momento. Ninguna ocasión de los dos equipos, poca exposición de uno y otro, y con un Málaga demasiado respetuoso, sin dominio y perdiendo el balón constantemente. El Osasuna ni se inmutaba, porque su rival exponía muy poco.
Y a continuación, tras un córner, de los escasos que había tenido a su favor el Málaga, llegó el primer gol del partido, con un remate certero y preciso del defensa Sergio Sánchez, que subió al área pequeña y no pudo atajar Riesgo, en el minuto 31.
Era, quizás la única manera de abrir la defensa osasunista, poblada, expeditiva y firme.
Al no tener pegada el Málaga por la falta de delanteros contundentes, existe otra estrategia que son las acciones a balón parado y la aprovechó.
Desde ese momento, el Málaga fue mejor y Osasuna sufrió en defensa por las embestidas locales. Una falta realizada a Sergio Sánchez, en la frontal del área, sirvió para que el lateral izquierdo Vitorino Antunes consiguiera el segundo gol con un lanzamiento certero, formidable e imparable por toda la escuadra, en el minuto 38.
El Málaga controlaba el encuentro y en tres tiros a puerta consiguió dos goles. Mayor efectividad posible.
Pero tras el descanso, la efectividad continuó, porque un envío de Tissone a Juanmi, el delantero malagueño aguantó la entrada de un defensor y por bajo batió a Riesgo en el minuto 46.
La eliminatoria estaba finiquitada sino ocurría nada anormal, algunas veces propio del Málaga. Y ocurrió de la manera menos esperada. Un disparo muy lejano del centrocampista Torres, que tocó en un compañero suyo que estaba dentro del área grande, que despistó a Caballero, acortando diferencias en el minuto 57.
El Málaga volvió a mostrar sus carencias. La falta de calidad, de dejadez, de relajación, de errores en la entrega, sirvió al Osasuna para con un centro por la derecha lo rematara de cabeza completamente solo el delantero Onwu, en el minuto 60. Seguía acortando diferencias el conjunto pamplonica.
El Osasuna vio la vida y el Málaga desestructurado volvió a ser un equipo ramplón, aunque el conjunto osasunista se quedó con diez por expulsión por doble amarilla del centrocampista Loé, en el minuto 64. Aun así, los visitantes seguían atacando y Onwu, tuvo el empate, pero su disparo salió fuera a escasos centímetros del poste derecho.
Al Málaga le escoció la remontada del rival y metió una marcha más, la que le faltó anteriormente con su jugador más incisivo, el delantero Juanmi, pero era tal el desacierto defensivo, que Armenteros igualó el encuentro tras aprovechar un rechace de Caballero a disparo suyo, en el minuto 78.
El marcador estaba igualado y también en el campo por la expulsión del malaguista Camacho, por una dura entrada a un contrario. Juanmi, tuvo el cuarto, pero lo evitó Riesgo, con una excelente intervención. Al final 3-3, y eliminatoria factible para Osasuna.