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Málaga

El Ayuntamiento de Málaga estudia la posibilidad de crear una zona franca en la ciudad

Según un informe de Deloitte, podría ubicarse en el puerto o compartir terrenos con algún municipio del Valle del Guadalhorce

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El Ayuntamiento de Málaga estudia la viabilidad de impulsar la creación de una zona franca en la ciudad, que podría ubicarse en el recinto portuario o compartir terrenos con algún municipio del Valle del Guadalhorce. Una iniciativa de estas características conllevaría "una mayor actividad económica en la importación y exportación y el aumento del tejido empresarial", así como "una nueva puerta de apertura al exterior"; en suma, generaría un efecto "tractor" en el territorio.

   Así se recoge en un informe de asistencia técnica para la valoración de la implantación de una zona franca en la ciudad de Málaga --como en las ciudades de Vigo, Barcelona, Cádiz y Las Palmas de Gran Canaria--, que ha sido realizado por la empresa Deloitte, a instancias de Promálaga, dependiente del Consistorio, y al que ha tenido acceso Europa Press.

   Tal y como subraya la consultora, una zona franca se concibe como "un área geográfica con un especial régimen aduanero y fiscal dentro de la Unión Europea; un enclave para la captación de inversiones y generadora de empleo, que otorga a las empresas que operan en ellas una ventaja competitiva favorecida por la concentración empresarial, así como por la proximidad de competidores, proveedores y clientes internacionales". Así, pone como ejemplo a Vigo, donde la facturación de estas compañías supone un 38 por ciento de los ingresos de la comarca.

   A falta de un análisis más exhaustivo, Deloitte destaca como aspectos a tener en cuenta a la hora de la posible localización de una zona franca en el término municipal de Málaga o sus alrededores los de carácter estratégico; es decir, "la ciudad se ha convertido en los últimos años en un referente en turismo y el turismo de cruceros es uno de sus principales ejes". De igual modo, entre los objetivos del puerto se encuentra la promoción del tráfico de mercancías.

   Además, el Plan Especial del Puerto ha supuesto contar con "una inmejorable oferta de ocio al alcance de todos y en pleno centro de la ciudad, diversión a pie de muelle para los cruceristas y un foco de atracción para los turistas que visitan Málaga".

   En consecuencia, "el puerto de Málaga es un elemento fundamental para el impulso, implantación y futuro desarrollo de la zona franca", se manifiesta en el citado informe.

SUPERFICIE

   También es necesario tener en cuenta los aspectos orográficos y geográficos, ya que, atendiendo a las dimensiones de las zonas francas ya existentes en España, la de Málaga podría tener una extensión superior a 500.000 metros cuadrados. En este caso, quedaría como opción más plausible la zona del Valle del Guadalhorce.

   Ello sin renunciar, tal y como se precisa, a un posible análisis de ubicación de la zona franca dentro del puerto de Málaga si hubiera espacio suficiente para ello.

   Sobre el recinto portuario, se advierte de que surgen aspectos estratégicos como su posicionamiento turístico e imagen que podrían hacer incompatible desde el principio esa posibilidad. Sin embargo, también se apunta que la ubicación fuera de la ciudad dificultaría el acceso al puerto, siendo necesario, igualmente, analizar la viabilidad del transporte de vehículos por el centro de la capital.

   Otro aspecto a valorar es la conectividad --ferroviaria, aeroportuaria, marítima y terrestre--, y es que la localización de las zonas francas no sólo depende de una gran extensión de terreno, sino de esa conexión.

   Las futuras empresas que se localicen en la zona franca tendrán en cuenta fundamentalmente las posibilidades en cuanto a intermodalidad y conexión exterior que ofrecen las diferentes infraestructuras de transporte cercanas.

   La zona del Valle del Guadalhorce, que, "en principio, puede ofrecer mayor flexibilidad para adaptarse al tamaño final de la zona franca", se encuentra situada muy cerca del aeropuerto de Málaga y de diferentes conexiones por carretera, lo que facilitaría la salida de productos hacia cualquier destino de la península.

   Además, se especifica que cabría la posibilidad de que la zona franca contara con acceso a la línea ferroviaria. De igual modo, se menciona la futura ciudad aeroportuaria de Alhaurín de la Torre como "un elemento positivo", al menos a priori.

SOLICITUD Y PLAZOS

   En cuanto a quién debería solicitar la autorización al Gobierno central para la implantación de una zona franca, cuya gestión puede ser cien por cien pública o privada o, incluso, mixta, se explica que, en un principio, correspondería al propietario de los terrenos.

   En el caso de que Málaga determinara que la localización de la zona franca es dentro del puerto, la propia Autoridad Portuaria podría presentar la solicitud de forma independiente o también el Ayuntamiento siempre y cuando tuviera un acuerdo previo de cesión del terreno.

   Si el terreno estuviera situado en más de un término municipal, por ejemplo Málaga-Alhaurín de la Torre, el Ayuntamiento de la capital podría presentar la petición siempre y cuando haya un acuerdo/convenio sobre el suelo.

   Aunque la legislación vigente no especifica un plazo concreto para la aprobación de una petición de estas características, Deloitte ofrece los ejemplos de Sevilla, que necesitó dos años y medio, y de Paterna (Comunicad Valenciana), entre 18 y 21 meses.

   En resumen, tal y como se indica en el informe, las zonas francas pueden localizarse tanto dentro como fuera de los espacios portuarios; pueden estar constituidas por varios espacios, no existiendo una limitación a un solo lugar; sus dimensiones son muy variadas, no habiendo límites de superficie, ni mínimos ni máximos; tampoco hay una inversión fijada, y, eso sí, la calificación del suelo ha de ser terciaria, rigiéndose por la legislación y normas urbanísticas locales.

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