Cuando se está enfermo esperando un trasplante los esfuerzos van hacia hallar un donante compatible, pero Pablo Ráez, enfermo de leucemia e ingresado en el Hospital Carlos Haya de Málaga, ha demostrado ser solidario hasta la médula, esa médula que necesita para vivir pero que pide para los demás.
Sus mensajes en las redes sociales haciendo un llamamiento a la donación de médula se han hecho virales y han provocado una avalancha de donaciones que están demostrando que las redes tienen una función social y solidaria.
Pablo Ráez es un joven deportista de Marbella de 20 años, y a quien a los 18 le diagnosticaron leucemia y, tras someterse a varias quimioterapias, le trasplantaron médula de su padre gracias a la que se recuperó.
Pero, diez meses después, la leucemia volvió a aparecer y tenía que encontrar un nuevo donante, por lo que Pablo lanzó un mensaje a través de las redes sociales animando a la gente a donar médula ósea, "no para mí, para todo el que lo necesite", reitera incansable.
"Jamás pensé en mi vida que yo podría ayudar a tantas personas; puede parecer coña pero que yo esté pasando por segunda vez una leucemia está ayudando a mucha gente, entonces significa que si no la estuviera pasando no habría podido ayudar a la gente ni concienciarla, ¿veis que hay que sacarle a todo el lado positivo?", escribe en su cuenta de Instagram.
Hoy Pablo no puede atender la llamada de la Agencia Efe porque la fiebre lo ha debilitado, pero diariamente comenta en las redes sociales su estado, sus pensamientos, siempre positivos y alentadores.
"Valora lo que tienes, por favor, cada instante que estás bien; porque de repente todo se dobla, por eso hay que aceptar lo que venga y llevarlo de la mejor manera posible", ha sido parte de su último mensaje en Instagram.
El doctor Sergio Fernandes, coordinador del Plan andaluz de médula ósea, achaca el sorprendente incremento de las donaciones al llamamiento de Pablo por las redes sociales: las previsiones anuales de nuevos donantes para Andalucía este año era de 4.500, pero en julio la cifra se ha situado 8.196 -un incremento de más del 200 por ciento-; en la provincia de Málaga las previsiones se situaban en unos 850 nuevos donantes y la cifra real en julio es de 1.600.
Asegura que la llamada de Pablo y la difusión de casos particulares por las redes sociales "tienen mucha repercusión, más que las campañas institucionales que nosotros hacemos".
El doctor del Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) explica que, a diferencia de la donación de sangre -el donante entrega de forma directa una bolsa de plasma-, en la de médula sólo se analiza una muestra y se incluye en un registro nacional, gestionado por la Fundación Carreras, esperando encontrar una compatibilidad.
Fernandes señala que los familiares de primer grado (padres o hermanos) tienen tan sólo entre un 20 o 25 por ciento de compatibilidad, que se rebaja a un cinco por ciento en los familiares de segundo grado, por lo que es más fácil encontrar un donante compatible en los bancos de médula (con un 87 por ciento de éxito), que entre la propia familia.
Ahí reside la importancia de contar con un registro lo más amplio posible de donantes para aumentar las probabilidades de encontrar la compatibilidad con los enfermos. El impulso de Pablo Ráez y su inagotable fuerza vital ayudan a que las cifras sigan batiendo récords.