La pide que ingrese en prisión por una deuda 32.000 euros mientras el banco le exige a ella el préstamo por la vivienda que se quedó él
Una mujer ha pedido que ingresen en prisión a su exmarido porque además de no pagarle la pensión desde hace casi siete años, ahora ha dejado de pagar la vivienda donde él vive y el banco se lo reclama a ella.
La abogada de la afectada, Paola Martínez, ha explicado que la mujer, desde que se divorció hace trece, años ha sacado adelante a sus hijos sola y el exmarido le adeuda un montante superior a los 32.000 euros, por lo que ha pedido su búsqueda para su ingreso en prisión por impago continuado de la responsabilidad civil.
"El calvario de esta mujer no queda ahí", ha destacado la letrada, que ha explicado que denunció el impago de la pensión y el hombre dejó de pagar la vivienda que se le adjudicó en sentencia a él así como el pago de la hipoteca.
Debido a ello, el banco ha actuado contra ella porque antes del divorcio firmaron conjuntamente el préstamo y la entidad ha cursado un proceso ordinario de reclamación de cantidad de todas las cuotas impagadas por él.
La mujer está afectada por los impagos del exmarido y su abogada ha denunciado que está actuando de mala fe para "dejarla en una situación de necesidad, con tres hijos a su cargo" y pese a no ser la propietaria de la finca.
La mujer ha pedido al banco que no actúen contra ella, que lleva años sacando a sus hijos adelante con ayudas sociales, y ha solicitado que subasten el inmueble para poder cobrar la pensión de alimentos de sus hijos menores conforme dictó en su día el Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga.
Paola Martínez ha denunciado que, en su día, el exmarido argumentó que no podía pagar la pensión porque tenía que pagar la hipoteca, "cuando en verdad no hace ni una cosa ni otra y mantiene a mi patrocinada y sus hijos en un acoso económico constante".
En octubre de 2008, el acusado se comprometió ante el Juzgado de Primera Instancia número 16 de Málaga a pagar y abonar en exclusiva todos los gastos, intereses y cuotas del préstamo de la vivienda de su propiedad "liberando a su esposa de cualquier responsabilidad sobre el mismo" y además se encargaba de realizar los trámites oportunos para que todo fuera cargado en una cuenta suya.
La mujer renunció a solicitar pensión compensatoria al tener sus propios ingresos y quiso que el domicilio se lo quedara él al haber sido comprado antes del matrimonio.