Málaga recibirá a partir del próximo lunes, 21 de septiembre, un total de 532.000 mascarillas que el Gobierno distribuirá a través de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y de entidades sociales con el objetivo de apoyar a las entidades locales y a las familias más necesitadas, coincidiendo con la inauguración del curso escolar.
En concreto, la Subdelegación del Gobierno en Málaga se encargará de distribuir a los ayuntamientos 424.000 mascarillas. El resto, 108.000 unidades, se repartirá a Cruz Roja, Cáritas y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), que a su vez, las distribuirán entre los colectivos más necesitados.
Así lo han informado desde la Subdelegación del Gobierno en un comunicado, apuntando que Andalucía se convierte así en la Comunidad Autónoma "que más mascarillas recibe, seguida de Cataluña, que recibe 2.450.000, y la Comunidad de Madrid, con 2.126.000 mascarillas". En total, en todo el territorio nacional se distribuirán 15 millones de mascarillas, de las que 11.998.000 se repartirán entre ayuntamientos y el resto a organizaciones para personas vulnerables.
Este anuncio se produce después de la reunión mantenida el pasado miércoles 16 de septiembre entre el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, con representantes de la FEMP.
El refuerzo de la coordinación con las entidades locales es una de las cuatro medidas incluidas en el paquete de actuaciones coordinadas de salud pública acordadas por las CCAA en el seno del Consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) del pasado 9 de septiembre.
Tal y como se ha constatado durante la pandemia, la participación activa de los ayuntamientos y las entidades locales en la promoción y la protección de la salud pública es esencial.
Desde el inicio de la pandemia, han informado a la ciudadanía, facilitando el cumplimiento de las medidas de prevención por parte de la ciudadanía y, de forma muy importante, apoyando a las personas más vulnerables a hacer frente a las consecuencias sociales de la crisis. También en la fase actual su papel es esencial, en la vigilancia y control de la epidemia.
Por ello, el Ministerio de Sanidad considera de gran importancia potenciar y estrechar la interlocución con todas las administraciones para mejorar la coordinación y respuesta frente al virus. El Gobierno y la FEMP han acordado mantener reuniones periódicas de seguimiento y cooperación.