El Ayuntamiento de Marbella continúa con el plan de actuaciones para renovar las infraestructuras y el pavimento del Casco Antiguo con el proyecto de reforma integral de las calles Lobatas, Aduar y Rafina.
Las obras de mejora de estas tres vías han salido a concurso con un presupuesto de de 1,8 millones euros y un plazo de ejecución de entre seis y siete meses.
El alcalde, José Bernal, ha visitado hoy la zona y ha señalado que estas obras pretenden “ampliar el Casco Antiguo hacia arriba, dar atención a unos vecinos que han estado abandonados en los últimos años y potenciar el desarrollo económico del entorno”.
Las obras en calle Lobatas, la más larga de Marbella, supondrán la renovación integral, tanto en infraestructuras de servicios y mobiliario urbano como de pavimento, de la calle Lobatas así como de las adyacentes: Atarazana, San Diego, Alcantarilla, Príncipe y Callejón de Postigo.
En concreto, está prevista la demolición de las redes de saneamiento y abastecimiento actuales y su sustitución por colectores independientes para aguas fecales y fluviales, “lo que acabará definitivamente con los problemas de filtraciones e inundaciones que sufrían los vecinos en viviendas y locales”, ha indicado el regidor, que ha estado acompañado por la concejala de Obras, Blanca Fernández.
Asimismo, se realizarán mejoras en la red de pluviales desde calle Santo Domingo a calle Juan Alameda, en el tramo que discurre por la calle Atarazana, y se dotará a las vías de nuevas redes de electricidad y telefonía, alumbrado público, gas natural e infraestructura de telecomunicaciones.
Finalmente, los trabajos contemplan un nuevo pavimento en toda la actuación con materiales rústicos acordes con la tipología y la imagen de las calles del Casco Antiguo, así como la instalación de mobiliario urbano para mejorar los espacios públicos.
Por otro lado, las calles Aduar y Rufina presentan un pavimento con importantes deterioros por el paso del tiempo y actuaciones posteriores”, ha indicado Fernández, al tiempo que ha señalado que las actuales infraestructuras de servicios básicos, como saneamiento o abastecimiento, “son insuficientes y en algunos casos inexistentes”.
Asimismo, ha recordado que recientemente se han remodelado otras vías del entorno, como las calles Bermeja y Princesa, “con lo que se hace más evidente las deficiencias y la necesidad de actuar para mejorar la calidad de los servicios públicos a los vecinos y empresarios de la zona”.
La superficie total de actuación es de 945 metros cuadrados. Calle Aduar tiene una longitud de 204 metros y una superficie pavimentada de 820 metros cuadrados, mientras que la longitud de calle Rafina es de 36 metros y la superficie pavimentada de 125 metros cuadrados.
En concreto, está prevista la demolición de las redes de saneamiento y abastecimiento actuales y su sustitución por colectores independientes para aguas fecales y fluviales, “para acabar con las filtraciones y inundaciones que desde hace décadas afectaban a los vecinos y locales de la zona”.
El proyecto contempla además la instalación de nuevas redes de electricidad y de telefonía, de canalizaciones de alumbrado público y de distribución de gas natural y dotar a ambas vías de infraestructuras de telecomunicaciones.
Por último, se dotará a las vías de nueva pavimento “acorde con la imagen y la tipología de la zona”, así como de mobiliario urbano y de elementos de jardinería “para seguir poniendo en valor uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad”.